Las autoridades del Centro Penitenciario de Occidente, en el estado Táchira, impidieron el ingreso de monseñor Mario Moronta quien celebraría con los privados de libertad la ceremonia del Jueves Santo. Le informaron en la puerta de la cárcel ubicada en la población de Santa Ana que eran “órdenes superiores”.
En la visita al centro de reclusión el Obispo celebraría la Misa y realizaría el gesto del ‘lavatorio de los pies’ a los encarcelados.
Informó monseñor Moronta que “esta mañana hacia la ocho am, al llegar, el Capellán me aguardaba para decirme con preocupación que no permitían que entrara y celebrara. Eran órdenes superiores. A pesar de que todo estaba preparado, le indique que no se preocupará y que celebrará él transmitiéndoles los privados de libertad mi saludo y bendición”.
Indicó el Obispo que “en la Constitución además de los derechos fundamentales que brotan de la dignidad humana, se declara la libertad de culto si conlleva el recto desarrollo del ministerio sacerdotal. Ni se trata de un acto cualquiera ni mucho menos de tipo político”, dijo.
Aseveró demás que en una auténtica democracia esto no sucedería: “a ceremonia de hoy expresa la caridad y en el caso de los privados de libertad es una manifestación de la opción preferencial por los pobres. En una auténtica democracia, con libertad y justicia, eso no pasaría”.
Señaló el Obispo que rezará “por quienes tomaron esa decisión, pidiéndole al Sumo y Eterno Sacerdote toque sus corazones y le dé la gracia y luz que tanto necesitan”, y seguirá en “comunión de servicio eclesial con el Pueblo de Dios”.
A continuación, la declaración del Obispo de San Cristóbal:
Saludos. Como todos los años, cada jueves Santo celebro en el CENTRO PENITENCIARIO DE OCCIDENTE, así tenemos la oportunidad de compartir con los privados de libertad el mandamiento nuevo del amor y la institución de la Eucaristía. Bonita manera de conmemorar el sacerdocio de Jesucristo. Además de lavar los pies a algunos de ellos nos acercamos a cada uno para ofrecerles un gesto de fraternidad y una palabra de aliento.
Esta mañana hacia la ocho am, al llegar, el Capellán me aguardaba para decirme con preocupación que no permitían que entrara y celebrara. Eran órdenes superiores. A pesar de que todo estaba preparado, le indique que no se preocupará y que celebrará él transmitiéndoles los privados de libertad mi saludo y bendición.
En la Constitución además de los derechos fundamentales que brotan de la dignidad humana, se declara la libertad de culto si conlleva el recto desarrollo del ministerio sacerdotal. Ni se trata de un acto cualquiera ni mucho menos de tipo político.
La ceremonia de hoy expresa la caridad y en el caso de los privados de libertad es una manifestación de la opción preferencial por los pobres. En una auténtica democracia, con libertad y justicia, eso no pasaría.
Lo siento mucho por quienes esperaban al Obispo, que acudía como Pastor. Están siempre en mi oración. Oro también por quienes tomaron esa decisión, pidiéndole al Sumo y Eterno Sacerdote toque sus corazones y le dé la gracia y luz que tanto necesitan.
Seguiremos siendo fieles a Jesús, y en comunión de servicio eclesiales al Pueblo de Dios.
+ Mario Moronta