Argumentando que “los médicos no tienen prioridad” para llegar a sus sitios de trabajo, funcionarios destacados en los puntos de control en los límites entre los municipios Campo Elías y Libertador no le permiten a una especialista del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula) que presta sus servicios en atención a pacientes con COVID-19, llegar a la ciudad de Mérida a través del canal del trolebús y evitar el tráfico que la obliga a estar en cola por más de una hora.
La agraviada es la neumonóloga Maryalejandra Mendoza, quien con impotencia denunció la falta de colaboración de estos uniformados al no darle prioridad de paso, hecho que ha sido repetitivo en la semana radical desde hace varios meses.
Mendoza consideró tal acción como un atropello a su persona y falta de empatía de los funcionarios para con quienes padecen esta enfermedad y se encuentran recluidos en el Iahula. Hasta más de una hora ha tenido que esperar en la cola y pese a tener su salvoconducto como personal de salud, no se le da prioridad de paso, dijo.
“No puede ser que si yo estoy de guardia en el hospital, si me están esperando para resolver problemas, saliendo temprano de mi casa esté atrapada en una cola (…) simplemente porque a los militares no les da la gana de darme prioridad de paso por la vía del trolebús y aluden que los médicos no tenemos prioridad, que no importa donde yo trabaje, los médicos no tienen prioridad; que mostrara mi salvoconducto en la alcabala como todos los demás para seguir adelante; esto es una burla”, sentenció.
Consideró como injusto el tener que ir a dar su trabajo por una miseria de sueldo al hospital, lo cual dijo hace por vocación de servicio, y que encima tenga que ser humillada y vejada de esta manera. “Es indignante, esto tiene que cambiar, no puede ser que el médico sea menos que el camión del gas o el transporte público que lleva a los empleados de un supermercado o una farmacia”, dijo.
Explicó la galena que esta situación, en su caso particular, se viene registrando desde el año pasado. “El martes estuve aproximadamente 45 minutos en cola, el lunes duré una hora 20 minutos, la semana radical pasada una hora diaria para poder pasar de Ejido a Mérida, no puede ser”, expresó.