Moscú, 19 jun (EFE).- El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, contra el que la justicia rusa inició hoy un nuevo juicio, esta vez por extremismo, y por el que podría ser condenado a otros 30 años de cárcel, llamó a lanzar «una campaña electoral» en contra de la guerra en Ucrania y del presidente ruso, Vladímir Putin.
«Vamos a llevar a cabo una campaña electoral en contra de la guerra. Y en contra de Putin. Justamente así. Una campaña larga, tenaz, agotadora pero de gran importancia, en la que animaremos a la gente en contra de la guerra», afirmó, en un artículo publicado en su página web.
Según Navalni, la contienda provocó «la degradación de la economía y la caída del nivel de vida, soldados criminales y movilizados miserables, muertos y
heridos».
«Se trata de una tarea muy concreta, y nuestro trabajo será exitoso, no lo dudo», añadió.
El líder opositor recordó que hoy comenzó su nuevo juicio, que considera el motivo para «llamar a todos a la acción y anunciar un nuevo proyecto, muy importante. Una gran maquinaria propagandística. Una maquinaria de la verdad» para luchar «contra las mentiras de Putin y la hipocresía del Kremlin».
Señaló que el propio juicio, celebrado en un penal de la región de Vladímir, donde está recluido desde junio de 2022, «demuestra que un proyecto como este es correcto y necesario».
Denunció que es juzgado dentro de una cárcel, porque Putin «teme a la verdad» y sobre todo que esta llegue a las masas.
«En esencia, la tarea de fortalecer y prolongar el poder putinista se logra a través de amordazar a todos los que se atreven a decir la verdad», añadió, al denunciar que en los últimos tiempos ha aumentado el número de medidas que buscan prohibir e ilegalizar organizaciones y acallar cualquier opinión diferente.
La campaña, aseguró, no será en las calles, en piquetes o protestas, sino en las redes sociales, en los espacios digitales, ya que «cualquier abuelita tiene WhatSapp y Telegram», e incluso aprender a dominar los sistemas de inteligencia artificial.
Con ese fin llamó a los primeros cien voluntarios «listos para dedicarse a esta maravillosa pero difícil causa».
«Es un proyecto de largo plazo. La derrota militar de Putin es inevitable. Pero nadie sabe cómo será y cuáles serán las consecuencias», indicó, al señalar que las cúpulas no cederán el poder y tratarán de «lavar el cerebro a los ciudadanos».