La demócrata Nancy Pelosi se convirtió este jueves en la política más poderosa de Estados Unidos al ser votada como presidenta de la Cámara de Representantes del nuevo Congreso, puesto que la situaría como líder de la oposición contra el presidente Donald Trump.
«No nos hacemos ilusiones de que nuestro trabajo vaya a ser fácil, eso es algo en lo que todos en esta Cámara siempre hemos concordado», dijo al aceptar el cargo.
El puesto de presidente de la Cámara de Representantes del Congreso es el tercero más importante del país, después de los de presidente y vicepresidente. Pelosi, de 78 años, ya lo ocupó entre 2007 y 2011.
Entonces hizo historia al convertirse en la primera mujer en esa posición, haciéndole difícil la vida al presidente George W. Bush en los últimos años de su mandato. Ahora, con Trump, la historia podría repetirse.
Pelosi deberá ahora lanzarse en la tarea inmediata de resolver la parálisis presupuestaria que tiene parcialmente cerrado al gobierno de Estados Unidos desde el 22 de diciembre por la exigencia de Trump de construir un muro en la frontera con México.
Dos semanas antes, Pelosi mostró un avance de lo que podría ser su rol en el Congreso en una reunión en el Despacho Oval, en la que delante de las cámaras, ella y el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, se enfrascaron en una dura pugna con Trump por el tema del muro.
Respetada sí, odiada no
Pelosi ocupa un lugar incuestionable entre los políticos de su generación. Durante el gobierno del demócrata Barack Obama logró conducir la reforma de salud por la Cámara en su difícil tránsito hacia su histórica aprobación en 2010.
Quizás por eso, los republicanos la siguen describiendo como la encarnación de sus peores miedos.
«¿Pueden imaginarse a Nancy Pelosi como presidenta de la Cámara de Representantes?», le preguntó Trump a la multitud durante un mitin antes de las elecciones de mitad de mandato celebradas en noviembre.
«íPor favor no me hagan eso!», rogó entonces a los presentes.
En una entrevista publicada el miércoles por la revista Elle, Pelosi interpretó esta fama que se le atribuye.
«Yo no me siento odiada. Me siento respetada. No me criticarían si no fuera eficaz», señaló.
En la Cámara Baja, la bancada demócrata contará con el poder de bloquear las iniciativas republicanas, obstaculizando una nueva reforma impositiva o proyectos como la construcción del muro en la frontera con México.
Además Pelosi tendrá la llave para algo mucho más importante: el visto bueno para una investigación en el Congreso sobre las acusaciones sobre una colusión entre la campaña de Trump y Rusia en las elecciones de 2016.