Alexander González. El voto, ¿qué es el voto? “Olli, Jóvenes en Movimiento” es una organización que denomina cómo votar al acto ciudadano de brindar apoyo a una propuesta o a un candidato de manera anónima. Para esta organización, la importancia del voto radica en que es un recurso para definir los caminos a seguir de una comunidad, ciudad, región o un país entero.
Recalcan que antes de ir a votar, el ciudadano debe cuestionarse sobre las necesidades y deseos que tiene y de ahí partir para investigar cuál partido o propuesta es la mejor opción. Ir a votar no significa pertenecer a un partido político, simplemente es un acto de participación ciudadana que se ejerce de acuerdo a nuestros ideales.
¿Mercancía?
Votar nos hace partícipes en las decisiones que toman los líderes locales, regionales y nacionales, por lo que es esencial estar informados sobre las propuestas que ofrece cada partido o candidato, reflexionar sobre lo que nos conviene más y votar por quien creamos es la mejor opción. Esta es una manera de ejercer nuestros derechos y nos aseguramos de que nadie decida por nosotros. Pero… ¿Qué pasa cuando el voto se convierte en una mercancía “fácil” de comprar?
Hoy 10 de septiembre la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) escoge a sus candidatos a gobernadores. En Trujillo son cuatro los aspirantes y sólo uno podrá quedarse con la candidatura unitaria. La dirigencia opositora se enfrenta al reto de mantener o aumentar el nivel de participación que afirmó tener en julio pasado en el llamado “plebiscito” o consulta popular. Pero también a la dirigencia opositora le persigue un escandaloso hecho denunciado -inclusive- por los mismos opositores, como lo es la compra de los votos.
Cachicamo diciéndole conchudo…
En reiteradas oportunidades la oposición le ha criticado al Gobierno de turno de usar el chantaje con los beneficios gubernamentales para “comprar votos”, pero resulta que del otro lado de la acera la situación no es muy diferente.
El pasado 20 de agosto Douglas Abreu, miembro del secretariado regional del partido Primero Justicia (PJ), publicó en las páginas de Diario de Los Andes una preocupante situación. Entre otras cosas decía que el 13 de agosto cuando PJ a nivel nacional decidió realizar elecciones internas abiertas para elegir su abanderado a la Gobernación del estado Trujillo entre los entonces precandidatos Manuel Aguilar Parilli, Joaquín Aguilar y Conrado Pérez Linares (quien las ganó), “lamentablemente dicho proceso, que debió ser una fiesta democrática, resultó todo un deleznable y bochornoso espectáculo, ya que lejos de ser un proceso electoral, desencadenó y se vio empañado por una vulgar subasta de votos entre dos opciones”, de lo cual afirma poder dar “fiel testimonio” que dicha práctica “compra-votos” tuvo lugar en la mayoría de los municipios de la entidad.
Herramienta ciudadana
La pregunta es: en las elecciones primarias de la MUD en Trujillo, ¿se impondrá el liderazgo o el dinero (compra de votos)? Ojalá que no se repita el bochornoso hecho de hace algunas semanas atrás, y quien resulte ganador, lo haga con el respaldo consciente de la gente que así lo considere, gente que haga uso de su ciudadanía y no permita vender una de las herramientas más poderosas que tiene: ¡El voto!
Imposibilitados
A los ciudadanos no está demás decirles que las consecuencias no son pequeñas si deciden vender el voto. No hay excusa para ello. Además de llevar al poder a un corrupto, vender el voto le quita al elector el derecho a reclamar si este funcionario no cumple sus promesas. En otras palabras, se desdibuja la democracia y el ciudadano pierde la posibilidad de controlar de forma efectiva a quien llevó al poder, a través de las urnas como consecuencia de un voto comprado. ¡Conciencia señores!
Uno de ellos será el candidato de la MUD en Trujillo