Miss Universo: crónica de una noche que nos dio alegría y decepción | Por: Ever Garcés

 

Una noche fuera de serie vivimos los venezolanos con la elección de Miss Universo 2022, en la que nuestra representante Amanda Dudamel encabezaba la lista de las favoritas de todos los foros y cuentas especializadas en certámenes de belleza.  Durante las dos semanas de concentración y los eventos preliminares, Amanda llamó la atención y se ganó el cariño de todos, demostrando su excelente preparación y un carisma desbordante, así que todos estabamos expectantes a su desempeño en la noche final.

Encendidos los televisores y dispositivos, a las 9 de la noche arrancó el concurso que se efectuó en Nueva Orleans, un alegre show musical muy a lo “Mardi Grass” fue el preámbulo para la presentación de las más de 80 candidatas.

Con escasos minutos del evento ya se produjo una metida de pata, durante la presentación del jurado, confundieron a las ex reinas Ximena Navarrete y Wendy Fitzwilliam con otras personas, lo cual  hizo estallar las redes con memes y críticas.

Anunciaron a las 16 semifinalistas, momento que puso nuestra estabilidad emocional en vilo, cuando iban nombrando las delegadas de otros países y nada que mencionaban a Venezuela. Algunas favoritas como Puerto Rico, República Dominicana, Curacao y Perú fueron llamadas junto a otros notables batacazos como Canadá, Laos y Trinidad y Tobago, que supongo entraron gracias a que tuvieron buena entrevista. Finalmente pudimos respirar cuando llamaron a Amanda Dudamel, y otras fuertes contendientes como Estados Unidos y Colombia completaron el grupo de 16

Se dio un momento algo morboso, cuando sale a escena la reina saliente, la hindú Harnaaz Sandhu, y era la ocasión perfecta para comprobar si estaba tan gorda como se venía diciendo desde hace meses. ¡Y sí!, la muchacha lució bastante subida de peso, que ni Alicia Machado en sus peores tiempos.

Las  semifinalistas, en el orden que fueron anunciadas, desfilan en traje de baño, modelos creados por la venezolana Jacqueline Aguilera. El punto focal eran unas capas que las candidatas debieron intervenir con anterioridad con algún mensaje, mientras la de Haití estaba casi en blanco, la de Venezuela fue bien colorida y con un mensaje contundente “Los niños no son juguetes”. Durante este desfile las representantes de Canadá y Laos quisieron llamar la atención dando más vueltas que la bailarina Yolanda Moreno, ¡pero que bah!, ni haciendo una  macumba estas dos lograrían avanzar.

La nueva dueña de la Organización Miss Universo, la multimillonaria tailandesa Anne Jakkaphong,  es transgénero y bastante showsera también, subió al escenario para anunciar la ganadora del premio Impacto Social y aprovechó para dar un discurso que se extendió más de la cuenta. El premio en cuestión fue para Anna Suengnam de Tailandia, la del vestido de chapitas en honor a su padre que recolectaba basura.

Llegó uno de los momentos más esperados, el desfile de los trajes de gala, donde las semifinalistas lucieron sus mejores atuendos, aunque la mayoría poco novedosos y repetitivos. A excepción de Amanda Dudamel que desfiló en un deslumbrante vestido de cuatro tonos, y la Miss USA que se arriesgó con un vestido negro.

Como suele ocurrir en estos espectáculos, las presentaciones de los cantantes suelen más aburrir que animar. También se aprovechó la ocasión para rendir tributo a Cheslie Kryst, la Miss USA 2019 que murió el año pasado después de saltar de un edificio.

Otro momento cumbre, el anuncio de las cinco finalistas, la tensión a millón, pero esta vez Venezuela es la primera seleccionada, seguida de Curacao, Puerto Rico, Estados Unidos y República Dominicana. Deben responder una pregunta de los jueces, a Amanda le toca la pregunta de Wendy Fitzwilliam, cada vez que esta señora es jurado perjudica a la venezolana, Wendy fue la ganadora en 1997, año en que debió ganar Verushka Ramírez.

El grupo de cinco se reduce a tres, la venezolana sigue en la contienda junto a la dominicana  Andreina Martínez y la estadounidense R’Bonney Gabriel. Responden la misma pregunta, una bastante convencional, Amanda contestó extraordinariamente, rematando con un “soy diseñadora de modas de profesión, pero como mujer soy una diseñadora de sueños”, ¡Wao!, ya no nos cabía duda, Venezuela se coronaría, y más aún después de la pasarela  donde mostró cierto desparpajo que cautivó a todos.

 

Antes de anunciar a la ganadora, la Organización Miss Universo reveló que la próxima edición, correspondiente a 2023, se celebrará en El Salvador, mediante un video con el presidente de ese país Nayib Bukele.

Se despide la reina saliente con un vestido muy desfavorecedor ya que acentuaba su sobrepeso, creo que tuvo el mismo asesor de vestuario que Olivia Culpo, que se puso unos trajes que me recordaron aquel episodio en el que Los Tres Chiflados se metieron a diseñadores de moda.

Llegó el final, República Dominicana es llamada segunda finalista, todo el país y los venezolanos por el mundo sintieron el triunfo en las manos, pero ¡Oh Sorpresa!  Anuncian el triunfo de la estadounidense (ella ni se lo creía y nosotros tampoco), una rápida decepción y desilusión para todos, nuestro  rostro era similar al que se le vio a Luis Olavarrieta desde la transmisión por Venevisión. De inmediato las redes sociales se alzaron en masa en contra de la decisión de los jueces, pues consideran que la ganadora tenía que haber sido la venezolana Amanda Dudamel, que terminó de primera finalista.

Quizás pequemos de patriotismo, pero sin menospreciar a la ganadora – que lo hizo muy bien- , no al nivel de Amanda, que tuvo un poder único para transmitir las mejores sensaciones desde el escenario, y como buena diseñadora de sueños nos puso a soñar con la octava corona, pero no se pudo esta vez.

“Dios tiene un plan perfecto para todos nosotros y este es el plan que tenía para Venezuela este año, no solamente para mí sino para todos. Esta es una gran lección para mí, como persona, como mujer, y a todo nuestro país y eso es lo que más importa y ahora es que se viene lo bueno», dijo Amanda Dudamel en su primera entrevista tras el Miss Universo, por lo pronto ella junto a la ganadora y segunda finalista  deberán dedicar un año al concurso y mudarse a Tailandia, donde estará la sede del Miss Universo a partir de este año.

Nos queda la satisfacción que tuvimos una representante de lujo, y es hoy la virreina del universo. ¡Bravo Amanda!

 

 

 

 

 

 

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