Miguel Cabrera padece de una dolencia crónica en la rodilla derecha. Por esa molestia pudiera perderse los últimos seis juegos de los Tigres de Detroit esta temporada, hoy y mañana contra los Mellizos de Minnesota, y la serie que entre viernes y domingo celebrarán en Chicago contra los Medias Blancas. Pero el veterano de 36 años y 17 campañas de servicio en las Grandes Ligas, no está considerando la posibilidad de acudir al quirófano.
Piensa, más bien, que un tratamiento con células madre y plasma rico en plaquetas, más un entrenamiento bien supervisado durante el invierno, puede ser la fórmula para recuperarse y estar en acción todos los días en plan de designado desde la primera fecha de la campana de 2020, que será la quinta del pacto de $248 millones que está vigente desde 2017. En 133 encuentros con los Tigres este año, Cabrera exhibe promedio de .285 (de 478-136) con 10 cuadrangulares y 56 carreras remolcadas.
El año pasado vio acción en apenas 38 juegos debido a lesiones. Jugó hasta el mes de junio, cuando tuvo que ser operado por ruptura de un tendón en el bíceps del brazo izquierdo. Con los diez vuelacercas que ha disparado este año, Cabrera ocupa el 31° lugar de la lista histórica de toleteros con mayor cantidad de bambinazos, igualado con Stan Musial y Willie Stargell. El pasado viernes ligó un sencillo contra los Medias Blancas y llegó a 2 mi 812 imparables, para alcanzar a George Sisler en el 51° lugar de la lista de mejores hiteadores de todos los tiempos. Quedó a 27 imparables del lugar número 50, que ocupa Charlie Gehringer, quien disparó 2839 hits en 19 años con Detroit. Y está a 65 indiscutibles de alcanzar a Omar Vizquel (2877) como el bateador venezolano con más hits en la historia de las ligas mayores.