Casi 90% de los consultados afirma que trabajar en hospitales en las precarias condiciones que tienen, viola la ética médica y los derechos humanos, pero que no abandonarán a sus pacientes
Los médicos que trabajan en centros de salud públicos y privados, en su gran mayoría, señalan al gobierno como el principal responsable de la crisis del sector en el país. Dicen que a las autoridades “les importan poco” las dolencias de la población a las que solo responden “ante medidas extraordinarias de presión”.
Estas son algunas de las percepciones obtenidas en la Encuesta Nacional de Médicos Unidos por Venezuela, que fue realizada en una muestra de 1.600 profesionales de la salud en todo el territorio nacional, de los 2.200 relacionados con esa ONG, durante los días 18, 19 y 20 de mayo, antes de conocerse los resultados electorales para evitar sesgos inconvenientes.
A la pregunta, entre otras 12, de si el gobierno presta poca importancia a los problemas de salud, 93,4% de instituciones privadas y 89,6% de las públicas respondió afirmativamente, y más de 60% en ambos sectores descarta que los médicos sean corresponsables de la crisis. Entre 10% y 11% expresaron, no obstante, estar de acuerdo, lo cual obligó a la reflexión del equipo encuestador de la ONG. “Es un aspecto que queda abierto debido a que no sabemos si los consultados sienten que no han participado lo suficiente en la defensa de la salud o por omisión, porque obviamente los médicos no manejamos ni participamos en políticas públicas”, afirmó Jaime Lorenzo, director ejecutivo de Médicos Unidos por Venezuela.
El cirujano destacó que es la primera encuesta nacional, de otras que se preparan, que procura conocer las percepciones del gremio en medio de la crisis de salud. “Desarrollamos la encuesta que ayuda visualizar las creencias de los médicos y a evaluar su relación con los organismos gremiales”.
En el estudio, la mayoría de los encuestados afirma que la actual es la peor crisis de salud en los últimos 30 años, lapso escogido en atención al tiempo promedio de ejercicio profesional.
Casi 90% de los especialistas manifestaron su convicción de que trabajar en hospitales públicos en las condiciones actuales “viola los principios de ética médica y de los derechos humanos”. No obstante, más de la mitad aseguró que seguirá atendiendo a sus pacientes: 80% de los consultados en centros públicos y casi 70% en los privados consideran que abandonar los hospitales con sus graves fallas de dotación y suministro es desasistir a las residencias de posgrado y/o a los pacientes, a pesar de los bajos sueldos, con lo cual se descartarían renuncias masivas como formas de presión.
A la pregunta de si los médicos deben conseguir las mejores condiciones posibles de dotación y suministro para la salud de los pacientes, más de 70% dijo estar dispuesto. Casi 50%, en ambos sectores, afirmó que la forma de protesta más adecuada es la de denunciar la violación de derechos humanos, y en segundo lugar, realizar jornadas de concientización. El paro indefinido y las marchas fueron las opciones de menor preferencia (menos de 15%).
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