Por Ariadna García
Caracas. La pandemia por coronavirus –que se desató en marzo de 2020– obligó a las personas a confinarse, para tratar de controlar la propagación de los contagios. Las empresas tuvieron que enviar a sus trabajadores a casa y aplicar una serie de estrategias, apoyadas en la tecnología, para que las obligaciones continuaran de alguna manera. Dos años después son muchas las empresas que consideran mantener un esquema entre remoto y presencial.
Los cuadros graves a causa de la COVID-19 parecen ir descendiendo a medida que avanza la vacunación. En Venezuela, por ejemplo, las autoridades desestimaron en enero volver al confinamiento, que se hacía de forma intermitente y, por el contrario, anunciaron que se concentrarían en el refuerzo de vacunas para la población. Con esta noticia las empresas tenían más claro qué hacer en 2022.
Una encuesta de la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (Venamcham), aplicada a 168 empresas en enero, revela que la mayoría planea mantener un esquema híbrido este año, lo que quiere decir que trabajarán bajo la modalidad presencial y remota. El estudio señala que 62 % considera que el método de trabajo que predominará es el híbrido, 31 % presencial y 7 % remoto.
Para especialistas en recursos humanos la modalidad remota es beneficiosa para las compañías, aunque advierten que se requiere de algunas condiciones para que el modelo pueda prosperar, entre ellas buen servicio de electricidad y conexión a internet –algo cuesta arriba por la falla continua de los servicios públicos en el país–, comunicación permanente entre quienes dirigen las organizaciones y sus empleados, así como un trato cercano.
Marvi Cova, vicepresidenta de Recursos Humanos de Nestlé Venezuela, explica que hoy el trabajador considera varios puntos importantes a la hora de buscar trabajo o mantenerse en el que está: un paquete salarial que contemple pagos en dólares y en el que también se incluya el teletrabajo. Para la especialista el trabajo remoto no será pasajero. En su experiencia los empleados que están bajo esta modalidad “sí dan el 100 % y hasta más”. “Hay que tener líderes preparados y que sean cercanos a su gente”, recomendó en el evento Perspectivas Económicas 2022 de Venamcham.
Para Juan Carlos Pró-Rísquez, socio director de Dentons y especialista en derecho laboral, en el país hay temas complejos de conectividad, que de alguna manera entorpecen el trabajo remoto; sin embargo, apunta que si a los trabajadores se les dan las herramientas tecnológicas que requieren, “la gente trabaja maravillosamente bien”. “Pienso que sí funciona”, dijo.
Las deficiencias de internet pueden hacer la experiencia un poco tortuosa. Tal es el caso de la docente Maricarmen Durán.
“Es todo un reto porque así como hay internet, a veces no lo hay. Se dan clases en grupo y debes repetir la información. En algunos casos los alumnos no se conectan, por lo mismo del internet, así que prefiero mil veces presencial”, cuenta a Crónica.Uno.
La maestra de sexto grado, quien trabaja para un centro privado, dice que en su caso y los colegios aledaños dan clases de forma presencial desde enero de 2022. La única diferencia es que es por grupo, una semana asiste un grupo tres días y el otro dos, luego se intercambian en la semana siguiente. “Hay colegios donde trabajan de forma híbrida, los que van y los que están en casa. Estos por lo general van dos veces a la semana a la escuela”, agrega.
Para Durán hay más trabajo de forma virtual, debido a que las tareas se revisan por correo y además de planificar los contenidos que deben dar, también se planifica el diseño un recurso digital, que sirva de apoyo para impartir la clase y hacerla amena.
La especialista en derecho laboral Maryolga Girán, directora de Girán Abogados & Asociados, sostiene que el tema servicios está en contra del teletrabajo, menciona los bajones de luz o la falta de agua. No obstante, apunta que si se establecen reglas de teletrabajo claras entre la empresa y el trabajador, esto puede funcionar.
Angely Ramírez, asistente de producción, cuenta que el trabajo remoto fue algo novedoso para ella. Al principio le emocionaba y además le permitía ahorrar el pasaje del transporte público, pero dice que al mes ya se había aburrido de trabajar a distancia.
“Levantarme de la cama y sentarme directamente en la computadora se volvió algo monótono. Soy una persona que le gusta salir, ver gente, sentir la brisa. El trabajo desde casa me privó de esos placeres y me hacía sentir triste. Duré en esa modalidad tres meses, porque después implementaron el 7+7 y me tocaba ir a la oficina de vez en cuando”, comenta.
Para Angely la carga de trabajo se redobló con el esquema a distancia, pues en casa no había horario ni de entrada, ni de salida, ni para las comidas, ni para nada.
Trabajaba desde las 8:00 a. m. hasta las 10:00 p. m., a veces 12:00 a. m. o más y había momentos en los que solo hacía una sola comida al día porque sentía que no me rendía el tiempo para trabajar”.
La comunicadora social explica que con el tiempo aprendió a organizar mejor la jornada. A las empresas les recomienda que tengan paciencia, cuando el internet falla y que respeten los horarios de trabajo.
“Siento que fue una buena experiencia, solo que a veces las condiciones del país no ayudan. Se nos va la luz, la señal. Por ejemplo, yo no tengo internet en mi casa desde el año pasado y eso hace que todo se complique”, indica Angely.
Las empresas encuestadas por Venamcham prevén que la economía crezca este año 3,4 %. En los últimos años se ha incrementado la informalidad, debido a los bajos salarios. Incluso en el sector privado, donde los sueldos son superiores a los de la administración pública, estos se ubican desde los $89, muy por debajo de la canasta alimentaria, que ya ronda los 300 dólares.
Las compañías incluso empiezan a considerar el impacto del metaverso. Según Economipedia el metaverso es un espacio que busca simular experiencias físicas de manera virtual de la forma más realista posible. El estudio revela que 42 % de las empresas venezolanas considera que el metaverso tendrá un impacto significativo en los negocios y en la economía en los próximos 10 años, 24 % dice que no lo tendrá y 34 % dice que no sabe.
El teletrabajo en otras partes
Samuel Morales cuenta que empezó a hacer teletrabajo a finales de 2019. Antes de la pandemia trabajaba como coordinador de social media de un medio que es meramente digital, allí, todos trabajaban de forma remota.
Para él no hay diferencias entre uno y otro. “Creo que es igual, no hay más ni menos trabajo, solo que la comunicación siempre será más complicada. La interpretación de las órdenes que puedan darte, tiene sus pro y sus contra, como todo”, explica el migrante venezolano residenciado en Argentina. En ese país viven 170.517 migrantes venezolanos, de acuerdo con cifras de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela RV4 hasta febrero de este año.
Samuel indica que el teletrabajo da la ventaja de hacer otras actividades al mismo tiempo. “A veces es la mitad de la jornada y ya tengo las notas hechas. Eso me permite hacer otras cosas, desde tener un segundo trabajo hasta tener tiempo libre”, dice.
Su recomendación a las compañías es que trabajen por objetivos. “A veces una persona hace menos durante nueve horas en una oficina, a cuando tienes objetivos diarios, semanales y mensuales, independientemente de dónde estés cumpliendo con tus tareas”.
Fuente: Crónica Uno
.