Más de 2.000 familias de barrios de San Cristóbal en riesgo por deslizamientos

Las malas condiciones de los terrenos y los deslizamientos causados por las lluvias mantienen en riesgo a más 2.000 familias de los barrios Las Margaritas, El Paradero y La Fapev de la ciudad de San Cristóbal

Con las lluvias algunas viviendas se derrumbaron en su totalidad en el barrio Las Margaritas. Cortesía: Luzfrandy Contreras

Los barrios Las Margaritas parte alta y baja, San Cristóbal, El Paradero y la Fapev, de la capital del estado Táchira, se encuentran en riesgo de derrumbe con la llegada de las lluvias, pues las viviendas están sobre terrenos no aptos y ya se han presentado fracturas en las mismas, según informó el director de Protección Civil municipal, Ronald Zerpa.
Precisó Zerpa que se trata de zonas de peligro inminente por el colapso del sistema de aguas, la inclinación del terreno y el peso de las viviendas. Los habitantes del sector tienen más de 12 años en esta situación y en los periodos de lluvia incrementa el riesgo, tanto así que ya hay casas fracturadas.
“En Protección Civil hicimos un abordaje hace dos años, tenemos la data y registro fotográfico de cada vivienda, sumando más de 2500 familias que están afectadas. Hay veredas más afectadas que otras, en el barrio Las Margaritas está la vereda seis, donde hay alrededor de 150 viviendas, en el barrio San Cristóbal en la vereda 4, allí la situación es más notable. Hay familias afectadas y estamos atendiendo el llamado”, acotó.
Precisó que el alcalde de San Cristóbal, Gustavo Delgado, emitió un decreto de emergencia al gobierno nacional para dar respuestas en estos sectores, pero no han obtenido apoyo de ningún tipo.
2500 familias se encuentran en riesgo por el colapso de sus viviendas
Asustados
María Elena García, es habitante del barrio Las Margaritas. La vivienda del vecino se derrumbó sobre el techo de la suya, partiendo varias paredes y dejándola sin donde vivir.
“Da susto porque esto tráquea muy feo, las cañerías se brotaron, yo estoy complicada de salud y no tengo donde dormir. Vinieron, tomaron nota y nos olvidaron, ya nos quedamos sin casa, tuve que entregar a mis dos nietos porque no tengo donde acostarlos a dormir. Necesitamos que nos reubiquen”, expresó.
Por su parte, Elva María Contreras de Manrique, llorando expresó su situación, pues vive sola, con miedo de que algo le ocurra y no tiene para dónde irse.
“Vivo sola y la casa está que se me cae, vienen varios organismos y no nos dan ni una esperanza. En la noche no duermo del miedo, agradezco que hicieran algo por mi con material o alguna cosa. Dicen que es un daño desde la vereda 2 hasta El Matadero, y que aquí no se pueden hacer trabajos profundos, sino puros paños de agua tibia”, manifestó.
Cómo ellas están las 2.500 familias restantes que durante la época de lluvia temen por sus vidas, ante cualquier colapso de los terrenos y viviendas.
La inclinación de los terrenos al también afecta las viviendas
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