Karley Durán._ CNP: 23.921.
Hace más de cinco años la diáspora venezolana dejó a madres solas y muchas abuelas asumieron el rol. Luego la pandemia del Covid-19 las volvió a sorprender y, aunque algunas madres sufrieron episodios de depresión y desesperación, a otras luego de superar estas pruebas, les sirvió para reinventarse, encontrarse con sí misma y con sus seres queridos. A desarrollar nuevas destrezas y a ser más amorosas y atentas con los suyos.
Yudeidis Jackeline Del Rosario, comenta «el tiempo de pandemia ha funcionado como un tiempo de reencuentro, con nosotros mismos y la conexión desde muy cerca con nuestros hijos, permitiendo entender los procesos que se generan a nivel cognitivo, asociados a las emociones que quizás las actividades rutinarias del día a día desplazaron o limitaron», por lo que considera disfrutar y compartir con sus hijos fue de lo positivo que dejó el tiempo de confinamiento.
Como enseñanza, destaca su documentación para orientarlos; desde la regulación y desarrollo emocional, hasta experimentar, reciclar, aprender y crear académicamente desde casa. «Eso ha sido maravilloso, de hecho, aprendí a trabajar vía online con compras y ventas a través de una tienda virtual, a organizar mi tiempo para cumplir mis tareas como ama de casa, docente, comerciante, estudiante, trabajando mientras todos duermen en fin, múltiples actividades diarias pero la más importante, el rol de mamá».
Nuevos y valiosos hábitos
Con la experiencia de la pandemia esta mamá entendió que lo indispensable es despertar y disfrutar a nuestros hijos y seres amados, gozarse lo que hacemos, perseguir objetivos hasta alcanzarlos y si algo no nos gusta, descartarlo. Entender lo que implica un sí o un no por nuestro bienestar emocional y personal. Somos humanos y necesitamos más acciones de humanos, aceptando que la tecnología es buena siempre y cuando se sepa usar.
Para Dolimar Laguna, estos dos últimos años le han servido para reinventarse en la búsqueda de nuevas estrategias para compartir, aprender y crecer junto a sus hijos, tratando de salir de la monotonía que el aislamiento quiso instaurar.
«He jugado muchos roles para tratar de satisfacer las necesidades de mis hijos como: maestra, actriz, bailarina, jardinera en fin, lo que puedan imaginar y todo tratando de ser el mejor título que me han conferido en mi vida el de mamá”.
Valorar la sencillez de las cosas
Laguna coincide con la mayoría de las madres consultadas sobre las enseñanzas que ha dejado la pandemia. «La vida es muy “fugaz” y los hijos crecen muy rápido, por ello hay que crear momentos y recuerdos de calidad juntos. Me ha enseñado a descubrir habilidades y talentos en mis hijos, a transmitirle valores a través del aprender haciendo y fomentar el cuidado del planeta a través del reciclaje».
«Recuerdo que en una tarea del preescolar a Manuel le asignaron hacer un títere y crear una historia con el personaje del títere, ese fue el detonante para poner la imaginación a volar así que buscamos unas medias viejas desgastadas del papá, recortes de tela, foami, fieltro y comenzamos a darle vida a “Ramón», la ranita».
«Nos gustó tanto la experiencia que luego hicimos a “Blanquita”, la conejita para el hermano y después a “Bravoso” y así en unas de esas noches de aburrimiento sin servicio eléctrico, sin poder salir… comenzamos a presentar nuestras noches de show y teatro casero. Los niños y yo presentábamos infinitas historias con nuestros títeres mientras papá y los abuelos eran el público; esto me enseñó a disfrutar mucho más las pequeñas cosas y a fomentar valores en mis hijos como darle nueva vida a los objetos a través del reciclaje».
Sin duda las mamás en esta nueva normalidad de vida están más fortalecidas, empoderadas y conscientes de amar, educar, corregir y dejar ser libres. Todas, sean cuales sean sus desafíos, el máximo recibimiento.
!Feliz Día Mamás!
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