Los maestros inician este nuevo año en medio de una emergencia salarial – sueldos de hambre – como consecuencia de la grave crisis económica, social, y política inédita en el pueblo venezolano. En pleno socialismo bolivariano y revolucionario, los educadores tienen una prima de transporte mensual de Bs. 2400, que no les alcanza para asistir a los planteles educativos, menos sirve de ayuda para comprar algunos productos básicos de la canasta familiar y cancelar cierto bienes y servicios.
Son declaraciones que corresponden al profesor José Miguel Briceño – presidente del Suma Trujillo, filial de Fetramagisterio e integrante de la Coalición Sindical Magisterial del estado Trujillo – ofrecidas en la redacción de este medio impreso, donde además indicó que de esta grave situación salarial roja-rojita, tienen que soportar las inmensas colas para retirar efectivo en cualquier entidad bancaria, donde se encuentra con la cruda realidad que no funcionan las plataformas electrónicas, ni hay efectivo.
Es tan evidente – explica – que un educador que vive en el municipio Carvajal, y trabaja en La Puerta gasta aproximadamente Bs. 224 mil, el que vive en Valera y labora en Motatán gasta Bs. 100 mil, los que trabajan en Valera y viven en este mismo municipio gastan aproximadamente Bs. 40 mil, sin mencionar a los educadores que laboran en los municipios de la zona Panamericana, Sucre, Bolívar, Andrés Bello, Miranda, Rafael Rangel, La Ceiba, Monte Carmelo, como también en Boconó y Campo Elías, sin contar con el desayuno.
Esta realidad – prosiguió – permite demostrar que el magisterio tiene toda la humildad, vocación y responsabilidad de cumplir con el sagrado compromiso de trabajar, pero ésta triste verdad indica que es el propio socialismo del Siglo XXI, que ha legitimado esta situación paupérrima porque firmó una convención única y unitaria, violada sistemática y abiertamente por el propio Presidente de la República y el Ministro del Poder Popular para la Educación en un 90%.
Si a esta calamidad – adicionó – le sumamos los sueldos, salarios, demás primas contractuales, profesionales, bonos, contribuciones, devastados totalmente por la hiperinflación exponencial de la Revolución demuestran a cielo abierto que existen suficientes razones sociales, económicas, salariales, contractuales, laborales y constitucionales para no asistir a las instituciones educativas hasta que no se dignifique en toda sus dimensiones al magisterio activo, jubilado, pensionado, interino y sobreviviente.
En números
De allí que un profesional de la docencia Doc. I 33.33 horas, con el ajuste del 40% más el 15%, cobra mensualmente Bs. 466.846,53, Doc. IV tiene que esperar cuatro años para devengar Bs. 520.293,17 y un Doc. VI: Especialista, Magíster y Doctor debe esperar 20 o 25 años para percibir Bs. 691.930,10, ni con el ajuste de la cesta ticket de Bs. 549.000, se enaltece el poder adquisitivo de todos los maestros.