Douglas Abreu/DLA.- Venezuela no cuenta con un plan de vacunas ni con los recursos económicos para cumplir con la inmunización del rebaño, así lo expresó el presidente Nicolás Maduro en cadena nacional cuando precisó que iniciaría “un nuevo plan de vacunación con 1 millón, 300 mil dosis y acelerar que el 70% de la población este inmunizada entre junio-septiembre”, es el reconocimiento tácito al fracaso del plan de vacunación.
Para el profesor José Miguel Briceño, presidente del Suma Trujillo, esta es la triste, preocupante y alarmante realidad que desnuda la crisis sanitaria del pueblo venezolano, y peor aun, de los maestros, médicos, profesores universitarios, personal obrero, administrativo, y demás sectores del país que ameritan que Nicolás Maduro sincere los datos y avances del proceso de vacunación con la Organización de las Naciones Unidas, Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, para de esa manera accesar inmediatamente a los organismos internacionales para los millones de dólares que se necesitan para lograr la inmunización del rebaño.
Ante esta inocultable verdad – se hace necesario para el dirigente magisterial – hacer un verdadero, amplio y plural ejercicio político porque los derechos humanos y fundamentales están vigentes, son universales y preminentes que garantizan la dignidad humana, sin discriminación alguna, de allí, que no se puede seguir con la perversidad malsana del secretismo patronal, el parcialismo bolivariano y el proselitismo socialista sobre la cantidad de vacunas que han llegado al país y los respectivas procedencias.
Para así – prosiguió – poder ser elegible en el menor tiempo posible y entrar en el plan de distribución de la vacunas porque el virus chino, no se detiene, cada día que transcurre aceleran los fallecidos y contagios que con la variante brasileña, a la que suma la andina, proveniente de Chile y Ecuador, los decesos podrían triplicarse.
El pueblo y todos los sectores laborales del país – alerta – no queremos correr más riesgos con la vida y salud, no queremos estar más en la cola de los países que no han vacunado, ni formar parte del colapso de los cementerios, ni de las rebatiñas de los sepultureros, o en defecto, ir a parar a un hospital centinela o no, donde es peor el remedio que la enfermedad, porque no existen los medicamentos para dicho tratamiento.
Todo lo contrario – precisó – exigimos voluntad política, eficiencia y celeridad gubernamental para que se cumpla constitucionalmente con un plan equitativo, libre y universal de vacunación y así estar en los países que han inmunizado la mayoría de los habitantes y ser incluido en las naciones que están libres de esta pandemia como los 13 países que están libres de COVID -19, concluyó diciendo el profesor José Miguel Briceño.
@douglasabreub