Madrid, 30 oct (EFE).- Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), anunció que apelará ante el Comité de Apelación la decisión de la Comisión Disciplinaria de la FIFA de inhabilitarle durante tres años de todas las actividades relacionadas con el fútbol a nivel nacional e internacional.
A través de su cuenta en la red social X, Rubiales indica que llegará «hasta la última instancia para que se haga justicia y resplandezca la verdad» y da su versión sobre lo acontecido en el procedimiento que se le abrió por los hechos acaecidos tras la final del Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda.
Rubiales fue inicialmente suspendido de manera provisional por 90 días y este lunes se ha sustanciado la inhabilitación por entender que infringió el artículo 13 del código del organismo tras la final, al llevarse las manos a los genitales en el palco tras el triunfo de España ante Inglaterra y besar en la boca a Jenni Hermoso en la entrega de medallas.
En su texto, el exmandatario de la RFEF afirma que la FIFA, tras la apertura del expediente, le concedió un plazo de diez días para exponer su postura, pero que a los dos días se le notificó la suspensión cautelar de su cargo como presidente sin haberle escuchado.
El ex mandatario cree que «el procedimiento de FIFA se ha caracterizado por emitir decisiones sin los fundamentos de las mismas» y que lleva 66 de los 90 días suspendido sin haber tenido una audiencia completa para defenderse.
«En los fundamentos de la primera decisión que me suspendía cautelarmente durante 90 días y que no fueron emitidos hasta el día 15 de septiembre y notificados el 19, la Comisión Disciplinaria basó la decisión y la urgencia en que ‘mi presencia como presidente de la RFEF podía impedir la administración de justicia’ (en el procedimiento disciplinario de FIFA)», explica.
«Sin embargo, la decisión del Comité de Apelación rechazó mi apelación el día 29 de septiembre, a pesar de que el día 11 de septiembre, presenté mi renuncia tanto a mi cargo en la RFEF como en UEFA donde ostentaba la vicepresidencia. Si ya no ocupaba ningún cargo en el mundo del fútbol, ¿cómo puedo ser un peligro para el procedimiento por tener un cargo?. Nuevamente, todo fue notificado sin fundamentos, fundamentos que hoy, 30 de octubre, aún no se me han trasladado, impidiéndome de nuevo apelar la decisión ante el TAS. Y todo esto, solamente en lo que respecta a las medidas cautelares impuestas», apunta.
Además resalta que solicitó audiencia para poder presentar en persona sus argumentos ante la Comisión Disciplinaria y que se le denegó «sin explicar el motivo». «He denunciado en repetidas ocasiones, ante la propia FIFA y ante el TAS, que la Comisión Disciplinaria desde un principio decidió incluir en el expediente únicamente las declaraciones de personas que, según la prensa, habían declarado en mi contra ante la Audiencia Nacional», argumenta.
«Noticias que ahondaban en una idea negativa hacia mí, sin tener en cuenta en ningún momento, cualquier noticia o publicación en ningún otro sentido. Entiendo que cualquier ente juzgador debe tener en cuenta todas las pruebas disponibles y no solamente las pruebas que sustentan la versión de la parte que quiere condenarme», añade.
Asimismo lamenta que las declaraciones han sido efectuadas en alguna ocasión por personas que no son parte del procedimiento como la Secretaria General de FIFA, la senegalesa Fatma Samoura, lo que considera pone «en tela de juicio la imparcialidad e independencia de los organismos que están a su cargo».
Rubiales indica que «cada uno puede sacar sus propias conclusiones sobre la forma de actuar de FIFA en comparación» de su expediente y otros asuntos, «en los que como mínimo el acusado ha tenido la oportunidad de presentar sus alegaciones antes de recibir una sanción provisional (si es que la han llegado a recibir)».
«Es más, alguno de ellos no ha sido suspendido, siendo anterior su caso al mío y siendo las acusaciones muchísimo más graves, lo que ha permitido que sigan ejerciendo, al contrario que lo acontecido en mi expediente», comenta.
Rubiales considera obvio «que el linchamiento político y mediático recibido» ha provocado una «ola» en la que instituciones han querido actuar de determinada manera «más allá de preservar la presunción de inocencia» y opina que «pese a los esfuerzos de determinados políticos, medios e instituciones cada vez está más clara la desproporción e injusticia cometida en este asunto».
Agrega que tras enterarse de la inhabilitación por tres años por los medios de comunicación antes que por su propio correo, y ante el hecho de que no se le han facilitado los fundamentos, asegura que siempre ha mantenido una «una versión de los hechos, que es la verdad de lo sucedido y que es la misma» que va a mantener hasta que termine el procedimiento.