Hoy nos encontramos con un personaje trujillano que es una referencia de la fotografía, pero no en un laboratorio o de una foto tienda, sino con una fotografía de campo, del lugar, del momento, de la circunstancia, y que muchas de estas imágenes son una obra de arte. Que ha captado en el espacio, la luz, el personaje, el instante y que en muchas ocasiones se convierten en referencia de identidad, eso es Luis Huz Ojeda.
Comenta el propio Luis que todo fue una casualidad o un accidente, avanzando la década de los setenta, el profesor Enrique Araque, ecologista, programó para Campo Alegre una conferencia sobre esta temática. Invitaron a Diario El Tiempo para que cubriera esta actividad, el Sr. Régulo Jiménez no pudo asistir pero mandó una camarita para que tomaran las fotos, nadie sabía hacerlo, «yo me atreví, saqué varias imágenes, las revelaron y las publicaron por “El Tiempo”».
El Sr. Régulo al verme me dijo buen trabajo, tienes ojo de águila y me mostró el periódico, ¡Eso me emocionó!, empecé al preguntarle a Rodolfo Zambrano, quien me respondía amablemente. A la Sra. Carmen Páez de Foto Páez, me decía: Ud. si pregunta ¿Quiere trabajo? No, le respondía.
Luego me fui a Maracaibo y ahí tuve una oportunidad en formarme en esta área, en una unidad de producción audiovisual con el señor Manuel García, español, cineasta. Luego Antonio Donado, especialista en personal de recursos audiovisuales. Entré a estudiar a la Escuela de Artes Plásticas Neftalí Rincón. Comencé a trabajar con una cámara Yesika 6×6. El Sr Donado era dueño de Foto Bellavista Estudio, excelentes profesores.
Otros profesores fueron Marianela Alvarado, Guido Añez, Dante Barrios, Mario Alvarado. Recuerdo a mi gran compañero de estudios Eduardo Gentiles, con quien participé en exposiciones de fotografías, artísticas, comerciales, periodísticas, matrimonios, bautizos y sociales, en galerías, revistas.
Tuve la experiencia de trabajar con el Diario de Caracas en la fotografía freelance con Henry Fuente. De regreso a Trujillo trabajé la fotografía comercial en corresponsalía del Diario El Nacional, freelance con el periodista Rafael Ángel Lujano. Luego ingresé al Diario de Los Andes como fotógrafo de prensa. Cubriendo guardias los fines de semana, vacaciones, hasta que ingresé fijo.
Siempre recuerdo a Eduardo Gentiles cuando hablaba del mundo de la imagen. Como el lenguaje fotográfico. La técnica del cuarto oscuro. Además que se debe considerar la tecnología actual. La sensibilidad hacía lo especial. El valor de un trabajo sin igual, las fotografías como obra de arte, el arte del salón.
Aquí siempre recibí el apoyo de Onésimo Caracas, Gabriel Montenegro, Rodolfo Rosales, José Gregorio González en el diario. Excelentes reporteros gráficos, grandes personas en su condición humana. Otro fueron Alirio Briceño, Iván Santiago, Pedro Torres, Erwin Matos, Iván Hidalgo Hernández, Alirio Altuve, Jorge Luís Bracamonte entre otros.
Tuve la fortuna de trabajar y al mismo tiempo formarme con el conocimiento de Eduardo Viloria, Andrés Atilio Miliani, Rafael Ángel Lujano, Julio Urdaneta, Francisco Graterol Vargas, Raixi Urrabrrí, Teresita Jiménez, Paulita Rivero. Con ellos desarrollé la fotografía periodística sustentada en tres áreas: fotografía política, cobertura de giras, concentraciones multitudinarias de candidatos, precandidatos, personajes políticos nacionales y regionales.
La fotografía cultural artística y su obra, trabajando con el Ateneo de Valera en la presencia regional, nacional e internacional, mostrando a través de la imagen el quehacer cultural de esta loable institución, quien no recuerda esta gran obra desarrollada en cada una de sus especialidades. La fotografía social especializada me permitió aplicar la síntesis de la fotografía que habla por sí sola, pues una buena imagen dice más que mil palabras.
La imagen lo dice todo, llegué a ser director del laboratorio de la Oficina Regional de Información, es decir, entraba a laborar en la fotografía institucional, en la Controlaría del Estado Trujillo, por lo cual tuve que desvincularme de los medios.
Con los reporteros gráficos ingresé en 1988, me correspondió el número 556, me inicié como colaborador, desarrollé un trabajo gremial, social, cultural, deportivo, reivindicativo en lo familiar. A partir de 1989 formé parte de la directiva regional. Promoví la XVI Secretariado Nacional de Reporteros Gráficos de Venezuela con sede en Valera. En 1994 se dio el proceso eleccionario del gremio, salí electo como Secretario General por un tiempo de 25 años.
En ese tiempo se promovieron secretariados nacionales de trabajadores de la prensa, campeonatos nacionales de periodistas en dos oportunidades. Además logros como la homologación de los premios municipales, regionales del periodismo. Buenos lazos de convivencia y solidaridad con el Colegio Nacional de Periodistas y sus agremiados y el Sindicato de la Radio. Todo un gran trabajo detrás de una foto…