Los 110 años de Don Pedro Vargas en Sanare | Por: Freddy Colmenárez-Betancourt

 

Ing. MSc. Freddy Colmenárez-Betancourt

 

Don Pedro Vargas, un anciano sanareño muy apreciado y de tradicional elegancia campesina en su vestir.

El señor Pedro Vargas es un  sanareño que goza del aprecio de quienes le conocen personalmente y, aún, de quienes sólo tienen referencias de su personalidad.

Don Pedro Vargas celebró 110 años hace poco y en el pueblo de Sanare, en el estado Lara, se le recuerda cuando cada Domingo arribaba desde su caserío natal «Tintinal» para escuchar la misa dominical.

A la salida de la misa destacaba en su estilizado vestir, con blusa y pantalón (así llamado en el pasado) o  liqui-liqui impecable y sin arrugas, buen sombrero, alpargatas y un talante reforzado por su elevada estatura.

A Don Pedro le conocimos hace ocho años cuando a mi negocio llegó un día para comprar las tradicionales alpargatas de suela (que ya casi están extintas) y, rápidamente, sostuvimos una conversación tan amena que recordaba a un Coronel «guerrero» oriundo de Humocaro del estado Lara, que junto con su padre, formaban parte de la tropa «alzada» que bajo la dirección del Coronel Sandalio Linares se alzaron contra el ejército gomecista en el año 1929, en tierras de Guanare líderizadas por el General José Rafael Gabaldón.

«-Mi papá me contaba», dice Don Pedro, «que les tocó agarrar el monte para esconderse y que metidos en esas montañas huyendo de la persecusion gomera sobrevivieron comiendo guajes y otras raíces durante meses para poder evitar la cárcel…»

Fueron años sin conversar con Don Pedro y en éstos días pudimos llegar hasta su casa en el caserio Tintinal y nos dice la hija que, tal vez, la conversación no se pueda dar porque su padre ya está sordo…

Pero con la creatividad, propia del ingenio y la necesidad por conocer más historias, logramos que nos contara sobre la amistad con su amigo Ramón Mateo Goyo (un fallecido baluarte sanareño, Maestro jugador de garrote larense) y otras anécdotas propias con un adversario de su juventud llamado «chicharito» con quien le tocó hacerse respetar.

Nos contó cuando compró su primera parcela agrícola un llamado Ángel para convertirse en agricultor y dejar de ser jornalero.

Viéndole portar un garrote «encabulla’o» ; mediante señas le pregunté si cuando joven fue «jugador de garrote» y logramos «activar» su impulso conversador y nos cuenta otra historia adicional de tiempos de su juventud.

Apoyados en el celular, «activamos» un video en donde este autor aparece «jugando palos» y al verlo, en breves segundos me sugiere que debo usar más el otro brazo, pues efectivamente en el video mostrado solo aparezco como «defenso» y en ningún momento me observo como un «atacante».

Sorprende como a sus 110 años permanece con una lucidez que también evidencia su buen humor, pues en momentos nos comenta lo siguiente:

«‘-Una vez, fui a visitar a el Doctor León en Sanare que conmigo era muy buena persona», nos dice:

Y agrega: «Cuando pasé al consultorio lo saludo y le digo: Por aquí vengo Doctor para que me recete…

Y el Doctor León me dice: Ud llegó tarde, ya no se puede hacer más nada porque ya usted está muy vencido…»

Y, «se echa a reir».

Yo también le acompaño en la risa pues compruebo que su sentido del humor sigue muy activo al reírse de sí mismo.

La hija de Don Pedro, que sirve de anfitriona, complacida por la visita a su padre, por las carcajadas que junto nos dimos, por las fotografías compartidas, entre alegre y triste, me dice:

«-Si usted hubiese venido tres meses antes si fuera conversado bien con mi papá porque cuando eso el escuchaba…»

 

Coincidimos en su pesar, pero también en la alegría de poder compartir varios minutos escuchando las historias de Don Pedro Vargas, un viejito muy apreciado por varios de nosotros, los sanareños.

Don Pedro ya no acude a las  misas dominicales en el pueblo de Sanare, pero si en el caserío y la semana pasada, nos cuenta su hija, el mismo acudió a la iglesia distante a doscientos metros de su casa para la presenciar la misa dominical.

Dios siga bendiciendo a este apreciado viejito.

 

 

Ing. MSc. Freddy Colmenárez-Betancourt / 11.585.479  / fantonicbc@gmail.com /

Sanare,  Lara, Venezuela,  18 de mayo de 2024.

 

 

 

 

 

 

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