José Ignacio Moreno León
La evolución política y económica de Ecuador durante las últimas dos décadas señala dos importantes lecciones. La primera, la valiente decisión que en el año 2000 y frente a la grave crisis económica de entonces, tomó el derrocado presidente Jamil Mahuad para introducir la dolarización, con lo cual se logró una drástica caída de la inflación que de 91% se ubicó en el año siguiente en 22,4% para estabilizarse hasta el presente en un promedio de 3%.
El país dolarizado ha logrado un sostenido crecimiento y un notable incremento de PIB per cápita. La segunda y más reciente lección la ha dado el actual presidente Lenín Moreno mediante importantes disposiciones para combatir la corrupción y estabilizar el proceso democrático en ese país andino, por lo cual, en una reciente encuesta de opinión, 80% de los ecuatorianos manifiestan estar de acuerdo con su gestión gubernamental.
Moreno, vicepresidente de Rafael Correa desde 2007 al 2013, representa un estilo de gobernar que contrasta con el autoritarismo de su antecesor. Además en su discurso igualmente se deslinda de la ambición continuista de éste. Por eso, en ocasión de su vista a España el año pasado señaló en Casa de América que “…el peligro surge cuando los presidentes deciden perpetuarse en el poder, porque el poder es peligroso y hay que abandonarlo lo más pronto posible”; también afirmó que no le gusta aquellos que tratan de disfrazar de democracia la dictadura.
Para coronar estas ideas de un genuino demócrata, Lenín Moreno ha emprendido una decidida lucha contra la corrupción con la condena a 6 años de cárcel del exvicepresidente Jorge Glas, involucrado en sobornos de Odebrecht durante el gobierno de Correa; creando además el Frente por la Transparencia y lucha contra la Corrupción, con apoyo de la ONU. Pero en ese esfuerzo por hacer “una cirugía mayor a la corrupción”, Moreno acaba de salir victorioso en una consulta popular y referendo en la que 73.7% de los ecuatorianos votaron por la inhabilitación y condena política a funcionarios incursos en corrupción y 64.1% apoyaron su propuesta para la eliminación de la reelección presidencial indefinida. Dos lecciones ecuatorianas que deben tomarse muy en cuenta en la búsqueda de soluciones a la grave crisis que azota a Venezuela.
@Celaup