Las crisis expanden conciencia ¡y nos sacan de la indolencia! | Por. Carlos Vignolo F.

 

 

¿Son de verdad las crisis oportunidades?
La mayoría de los que investigan sobre el tema estiman que sí.
A todo nivel: países, regiones, empresas, organizaciones, equipos de trabajo, a nivel familiar y personal.

Más aún, muchos piensan que hacemos los cambios sólo cuando ocurre una crisis, aún cuando supiéramos desde antes que ciertas cosas tenían que ser cambiadas.
En la cultura china crisis y oportunidad están tan hermanados que los ideogramas de ambas palabras son casi idénticos.

Personajes famosos, de toda índole, Einstein incluido, han dicho lo mismo: las crisis son necesarias para evolucionar.

Es decir, el refrán popular estaría en lo correcto: «No hay mal que por bien no venga». Pero es crucial entender que el bien no viene, ¡se genera! No se trata de esperar que lo nuevo y mejor surja espontáneamente de la crisis.

Es necesario que aquellos que viven y sufren de ella la transformen en oportunidad. Una oportunidad de cambiar las cosas para mejor, para estar mejor que antes.

Eso también es clave: no es lo mismo «resolver un problema» que «innovar a partir de un quiebre», que es la forma en que los expertos en innovación conceptualizan el tema.

Si lo que se busca es volver al estado anterior a la crisis, lo más probable es que ella se repita tarde o temprano.

Ese es otro tema central. Es un frecuente error atacar sólo los síntomas y no la enfermedad, que es la raíz última de estos.

Esto tiene que ser evitado a toda costa si lo que se busca es transformar la crisis en oportunidad.

¿Porqué necesitamos crisis para cambiar las cosas, incluso aquellas que era evidente que no estaban bien?.
Porque las crisis expanden conciencia. 

Saber no es lo mismo que tener conciencia.
Saber es un fenómeno solamente mental.
Tener conciencia agrega la dimensión emocional.

A eso ayudan las crisis, a activar nuestras emociones: miedo, confusión, incertidumbre, ansiedad, rabia, vergüenza, etc.

Las crisis, especialmente cuando son severas, ayudan a que tomemos conciencia cabal de situaciones que sabíamos que existían, pero no las «sintíamos». Situaciones a las cuales éramos indolentes, a pesar de que a veces claramente revestían gravedad y urgencia.

Esta mega crisis de Venezuela ha expandido el nivel de conciencia de las venezolanas y venezolanos. A la gran mayoría al menos. Y ha generado sentido de urgencia en muchas y muchos,  especialmente en quienes tienen responsabilidades al respecto.

Seguiremos conversando…

 

Carlos Vignolo F.
Académico Universidad de Chile

 

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