Las colas por gasolina en Táchira no se acaban

En la capital tachirense los usuarios pasan hasta dos días en cola, mientras que en los municipios del interior del estado pueden durar hasta 10 días esperando combustible

Las colas por gasolina en el estado Táchira no se acaban. Dormir, comer y vivir en una larga fila de carros se ha convertido en el día a día de los ciudadanos. Ya no hay movilización al trabajo, a la escuela o a alguna parte que no dependa de si hay gasolina, pues llenar el tanque se ha convertido en uno de los aspectos más costosos para quienes viven en esta zona de frontera.

 

Y el costo es alto, porque quienes no tengan como pagar una pimpina de 20 litros de gasolina en 15 mil o 20 mil pesos colombianos, tiene que pasar en cola dos y tres días si se trata de la capital tachirense, ahora si es en un municipio la espera se alarga de ocho a diez días. 

Algunos sectores de San Cristóbal como Barrio Obrero y Pueblo Nuevo registran colas por combustible que no se entienden, la secuencia se pierde a simple vista del espectador porque una fila se confunde con otra, pues cada una supera las 30 o 40 cuadras.

Los usuarios se llevan a la larga espera almohadas, cojines, cobijas, mesas y sillas plásticas, juegos de mesa, comida, agua y lo necesario para sobrevivir como en un día de camping, sólo que en esta oportunidad es dentro de un carro, a la intemperie, sin seguridad, y sin saber cuánto tiempo pasará esperando porque llegue el hidrocarburo a la estación de servicio.

“Dos días en cola”

Nelson Nieto es taxista, considera que la situación con la gasolina en la entidad es cada vez más grave, pues desde el mes de diciembre ha hecho colas de uno o dos días. Este martes estaba en una fila en la avenida Libertador de San Cristóbal, se quedó en el lugar desde la tarde anterior y eran las 11 de la mañana y no había logrado pasar. Las esperanzas de salir rápido eran pocas porque cerraron por hora y media la estación de servicio.

 “Paso en la cola por gasolina mínimo de 8 a 10 horas y si no llega gasolina hasta 24 horas o más, uno se mete a la cola aventurando porque a veces no hay combustible. El tanque me dura para dos días de trabajo y paso dos días en cola, así voy para poder hacer algo para la comida”, expresó.

Katherine estaba en cola desde el lunes a las 6 de la mañana, eran las 11 de la mañana del martes y tenía a unas 15 personas por delante para abastecer. “Ayer a las 2 de la tarde cerraron la bomba porque se dañaron unos filtros y venían a arreglarlos, llevamos toda la noche, corrimos bastante desde las 6 de la mañana de hoy. Llegó la gandola y la descargaron en la madrugada, a esta hora dijeron que volvieron a cerrar la bomba porque iban a volver a limpiar los filtros porque Pdvsa llegó”, expresó.

Destacó que aunque ellos no pasaban otros vehículos si lograban hacerlo ante la vista de todos, sin mayores explicaciones. No entiende cómo la crisis del combustible sigue en aumento sin que nadie haga un reclamo.

Eduardo Villasmil se cansó de hacer cola por gasolina, y optó por comprar pesos con su sueldo para poder adquirir una pimpina de 20 litros de hidrocarburo. Ha gastado 100 mil pesos desde las últimas semanas de diciembre, pero manifestó que trabaja de 8 de la mañana a 7 de la noche y no tiene cómo pasar tanto tiempo en una fila.

“Hacer que mi esposa haga la cola es injusto, entonces tenemos que dejar de comprar algo que se necesite en la casa para dedicárselo a la gasolina, es como si fuera un alimento más, no hay de otra, es eso o no trabajamos ni movemos más el carro, la situación que se vive en Venezuela es inaguantable, pero en el Táchira es tres mil veces peor aunque nadie lo quiera aceptar”, resaltó.

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