La violencia contra las mujeres en el mundo no se revirtió de forma significativa en 2025

 

 

Por Medianálisis

Los datos más recientes de la agencia especializada ONU Mujeres, actualizados al 20 de noviembre de 2025, confirman una realidad persistente: casi una de cada tres mujeres mayores de 15 años en el mundo –alrededor de 840 millones– ha sufrido violencia física o sexual a lo largo de su vida. Esta prevalencia, que afecta al 30% de las mujeres adultas, se mantiene prácticamente inalterada en las últimas dos décadas, con una reducción anual de apenas el 0,2% en la violencia de pareja íntima.

Para conocimiento de la sociedad venezolana, Medianálisis preparó un resumen del informe global que enfatiza la necesidad de invertir en prevención, impulsar leyes y generar redes de apoyo para las víctimas.

La incidencia anual de violencia de pareja alcanza el 11% a nivel global, pero en regiones como Oceanía (excluyendo Australia y Nueva Zelanda) llega al 38%, y en países menos desarrollados o pequeños estados insulares en desarrollo oscila entre el 17% y el 18%. En contextos de crisis humanitarias, el 70% de las mujeres experimenta violencia de género, duplicando las tasas en entornos estables.

Además, 263 millones de mujeres –el 8%– han enfrentado agresiones sexuales no íntimas. Las consecuencias incluyen mayores riesgos de depresión, ansiedad, embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual.

En este informe de ONU Mujeres, el extremo más letal lo representan los feminicidios: en 2024, cerca de 50.000 mujeres y niñas fueron asesinadas por sus parejas o familiares, equivalentes a 137 muertes diarias. Esto supone el 60% de los homicidios intencionales contra mujeres, una cifra que no muestra descenso significativo y que se concentra mayoritariamente en el ámbito doméstico.

ONU Mujeres identifica factores de riesgo estructurales como la desigualdad de género, la misoginia y la discriminación interseccional por etnia, discapacidad o clase social. Crisis como el cambio climático o conflictos armados amplifican estos riesgos: los desplazamientos por desastres elevan la violencia hasta en un 53%, y en emergencias humanitarias aumentan los matrimonios infantiles y la trata.

Entretanto, la violencia también se ha trasladado al ámbito digital. En la Unión Europea, el 10% de las mujeres ha sufrido ciberacoso desde la adolescencia; en países árabes, seis de cada diez usuarias de internet lo reportaron en el último año, y en regiones como Uganda o Corea las tasas superan el 49% y 85%, respectivamente. Esta agresión en línea frecuentemente escala a amenazas físicas y contribuye a la impunidad por falta de legislación adecuada.

Asimismo, en la vida pública, las mujeres enfrentan barreras adicionales: el 82% de las parlamentarias en diversas regiones ha sufrido violencia psicológica, el 44% amenazas de muerte o violación, y el 73% de las periodistas ha experimentado violencia en línea, especialmente al cubrir temas de género, política o derechos humanos.

ONU Mujeres hace un llamado urgente a los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado para reforzar las estrategias de prevención a través de marcos legales completos, programas educativos que promuevan la igualdad de género y un apoyo efectivo a las mujeres víctimas de la violencia. Únicamente mediante esfuerzos conjuntos y sostenidos será posible interrumpir este ciclo de violencia que no solo arrebata vidas, sino que obstaculiza de manera profunda el progreso económico y social en todo el mundo.

 

 

 

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