Caracas, 1 nov (EFE).- Venezuela es uno de los países de Latinoamérica con mayor potencial para generar energía solar, de acuerdo con el mapa del Atlas Global de Energía Renovable, pero la falta de políticas públicas y de inversión impiden que el sol sea una opción para mitigar la crisis eléctrica declarada en 2009.
El potencial solar en Venezuela ronda los 236 vatios por metro cuadrado, sólo 40 puntos por debajo del desierto de Atacama en Chile, la zona con mayor capacidad para la energía fotovoltaica en América.
El ingeniero Iván Díaz, especialista en energía solar fotovoltaica, explicó a Efe que este potencial no se limita a algunas zonas, sino que es posible encontrarlo en todo el territorio venezolano, debido a la «posición geográfica privilegiada» con entre cuatro y seis horas de irradiación solar diaria y vientos de entre 8 y 9 metros por segundo en los más de 1.200 kilómetros de costas.
No obstante, aclaró que es «el Estado quien debe de llevar la batuta en lo que se refiere al fomento de las leyes que deben activar en esa área. Lamentablemente, en nuestro país no existe un marco legal que nos permita fomentar» el uso de este tipo de energía por ahora.
SIN LEYES NI PLANES
Para Díaz, la falta de un marco legal es uno de los obstáculos principales en torno al fomento de planes que procuren la explotación de energía solar y eólica.
«Venezuela está muy atrasada porque no tenemos leyes en la materia. Existen algunas leyes, pero realmente no son específicamente en el área y hace falta una ley marco que permita la implementación en este tipo de energías», expuso el especialista, quien, además, explicó que no se han desarrollado planes sostenibles que logren mitigar la crisis usando la energía del sol.
En Venezuela, el 60 % de la oferta eléctrica es suministrada por la hidroeléctrica de El Guri, en el sur del país, pero diversos especialistas señalan que los cortes eléctricos y fallas serán inevitables hasta que el sistema deje de depender en exceso de este embalse.
El ingeniero Luis Ramírez, encargado de la maestría en Sistemas de Calidad de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), suma otras dificultades en el camino hacia el uso de la energía solar, como los costos mínimos del servicio de electricidad, que en Venezuela son de los más bajos de la región, y la inversión que implica la generación de energía solar.
«Hay que hacer una sinceración del costo de la energía porque si no, no es retribuible toda la inversión y, ¿cómo haces mantenimiento, cómo compras nuevos equipos, cómo haces que sea sustentable? Porque lo podríamos pensar como una solución inmediata, pero no es así», aclaró Ramírez a Efe.
Explicó que, aunque los sistemas de energía fotovoltaica son de «las tecnologías que están bajando su costo», implican una inversión inicial importante que se ve retribuida en el tiempo por la duración de los equipos y su eficiencia, pero el presupuesto total no supera lo que cuesta levantar una planta hidroeléctrica como la de El Guri.
Díaz coincidió al decir que «es posible que la inversión inicial sea alta, pero cuando vemos que el tiempo de vida útil de un módulo solar está entre 25 y 30 años, nos quiere decir que tenemos una fuente inagotable».
PROYECTOS PARTICULARES
Los proyectos pequeños y empresas privadas intentan mostrar que la energía solar fotovoltaica es una solución a la crisis eléctrica.
En la UCAB, «El Techo Verde» se posiciona como una de las pocas iniciativas en la capital venezolana que promueve el uso de recursos renovables como la energía solar.
Gabriel Fernández, experto en desarrollo ambiental y parte de esta casa de estudios, contó a Efe que el espacio funciona desde 2019 y cuenta con 30 paneles solares capaces de proveer energía a todo el jardín en la parte alta de la edificación, además de dos salones del área de postgrado de la UCAB.
El Colegio de Ingenieros de Venezuela es otra institución que da ejemplo en su sede, donde alberga una plaza iluminada con farolas cuya luz procede de la energía solar.
Díaz explicó que trabajan para sumar al cambio de Venezuela, al «fomentar» estas iniciativas pequeñas que aspiran crecer.
LA ALTERNATIVA EÓLICA
Venezuela cuenta con un parque eólico en la Guajira y otro en Paraguaná -al norte de Venezuela- con una capacidad instalada de 43 megavatios, pero se estima que, desde 2013, su aporte a la demanda nacional es prácticamente nulo.
El centro en Paraguaná, anunciado por el fallecido presidente Hugo Chávez en 2006 e inaugurado en 2012, ya no produce energía. En cuanto a la de la Guajira, genera poco más de 100 megavatios diarios según reportes oficiales.
Estos intentos del Gobierno de aprovechar un tipo de energía renovable no lograron el éxito esperado, ya que apenas logran generar luz para cubrir una mínima parte de las necesidades de la población.