Fue una mañana de encuentro, de compartir entre el ayer, el hoy como visión en el mañana. Un momento de disfrute pleno en favor de la historia, esa historia nuestra que tanto tiene que decirnos, llenas de melancolía, recuerdo y gratas vivencias.
El salón de conferencias de la Universidad Experimental Simón Rodríguez abrió sus puertas para que el libro “La Valera Oculta” fuera develado y quedar libre para ser descubierto por todos.
La profesora Yajaira Quevedo encargada de la ceremonia protocolar se encargó de presentar y llamar al presidio, integrado por el Dr. Rafael Andrade, Director UNESR quien abrió el acto y señaló: “hoy es un mañana llena de magia, de sabiduría, de sensibilidad, de historia. Presentamos un libro maravillosos de relatos amenamente contados”.
También compartieron alocución la Dra. Rosario Melero, subdirectora de Educación Avanzada e investigación, quien al igual que, María Sara Vivas, coordinadora de Educación Integral tuvieron palabras de elogios para el bien realizado trabajo que se presentaba y de la capacidad de su autos para expresar cada palabra, cada línea, cada idea. Les acompaño el historiador Alexis Berríos, encargado de escribir el prólogo y brindó una cátedra de historia de mucha altura, de forma amena y pedagógica la cual encantó a los presente, y al final expresó: “Es motivo de orgullo ver reunida tanta gente, y más aún tanta juventud bella en este homenaje a Valera a través del libro de mi amigo Pedro Bracamonte quien se esmeró en diseñar cada una de las crónicas con mucha dedicación”.
Completaron la mesa, Marlene Briceño, Luis Huz, Edgar Salas, Francisco González Cruz, Pedro Frailán, Juan Carlos Peña, Mario Maldonado.
El autor…
El autor de “La Valera Oculta”, Pedro Bracamonte tomó turno al bate con un amplio discurso en el cual se paseó desde cómo nace la idea del libro hasta la última palabra. Fueron palabras muy sentidas, llenas de agradecimientos y reconocimientos, todo enfocado en esas pequeñas historia locales que se han mantenido relegadas y que se propuso a rescatarlas de ese olvido. Aquí extracto del presentación: “Mi madre, doña Mélida y mi padre Pedro José, fueron unos extraordinarios cuentacuentos, quizás de allí radica mi fuerza telúrica para transmitir lo escuchado. Estoy en deuda con esta ciudad que tanto me ha dado y hoy quisiera expresar el amor por ella como, Mariano Picón Salas expreso expresó el suyo por Mérida al plasmar: «Mérida fue mucho más que el lugar de origen; el primero y dramático impulso del destino y la vocación. Sacamos también del alma en nuestro recuento de aconteceres, la niñez florida de frutos […] y la adolescencia dispuesta como una flecha en las manos del arquero para rebotar contra los conflictos del mundo».
Valera vive y resiste a través de sus paradigmas civiles. Se resiste al tiempo y se proyecta al futuro. Esta tierra es fruto de los afanes de sus hombres, obra de sus manos. En ella se retrata la esencia del valerano en cada calle, en sus templos, en sus barrios populares, su historia y sus personajes, muchos de los cuales hemos ido olvidando. Valera no es sólo un pedazo de tierra sino mucho más: lo que llamamos nuestra patria. Los valeranos inventaron a su modo una ciudad afianzados en donaciones de terrenos que antes cultivaron y la convirtieron en cruce de caminos y la poblaron con grandes casas, levantaron iglesias, plazas, puentes, a fuerza de trabajo, de sudor, ingenio y arte. Pero también dejaron una obra espiritual y educativa a través de olvidados personajes que es obligante recordar en las actuales circunstancias.
Indagar sobre todo esto es el propósito de este encuentro. El esfuerzo de muchas voces y el sentimiento de muchos otros están plasmados en estas páginas que pretenden mostrar claramente cómo el alma valerana se manifiesta y se expresa a través de su cotidianidad.
Culmino agradeciendo a todos aquellos que hacen posible este sueño, en especial a Alexi Berríos, catedrático y escudero del proyecto, a Raúl Díaz Castañeda quien siempre me ha impulsado cuando mi padre y Aura Salas Pizani se marcharon y a Amable “Pepino” González quien ha tenido la paciencia para contarme esa ciudad que ellos vivieron. A ellos y otros anónimos más, mi eterno agradecimiento”.
Un cierre musical
El cantautor, José Gregorio Albornoz, coordinador de Cultura de la UNESM se encargó de hacer el cierre el acto con un recital de hermosa canciones dedicadas a Valera con motivo de sus cumpleaños 199, pero igualmente entonó temas románticos dedicados al amor y a la amistad. Un toque de clase para un momento sublime, de sentido de pertenencia, de orgullo por una obra muy hermosa con enfoque coloquial y ameno, plasmado magistralmente donde con cada historia contada nos hace sentir mayor admiración por nuestras Valera, por nuestro lar y su gente.