A dos meses de celebrarse las elecciones presidenciales en Venezuela, la Universidad de Los Andes, Núcleo Universitario Rafael Rangel de Trujillo, se encuentra en un estado de crisis profunda, según denuncia la Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes (APULA-Trujillo). La organización gremial alerta sobre la violación sistemática de los derechos laborales de la comunidad universitaria, una situación que se ha intensificado en los últimos años y que amenaza la viabilidad misma de la educación superior en Venezuela.
En una entrevista exclusiva con el profesor Johny Humbría Presidente de APULA-Trujillo, éste expuso la problemática con crudeza: “No podemos seguir con un salario que no alcanza ni para una semana de alimentación. La inflación nos ha pulverizado el poder adquisitivo, mientras que la bonificación salarial ha afectado nuestras prestaciones sociales. Nos encontramos en una situación de empobrecimiento generalizado que nos obliga a buscar alternativas en la informalidad o a depender de la caridad para sobrevivir”.
El gremio de profesores de la ULA en Trujillo también se refirió al deterioro de la infraestructura universitaria: «Nuestras aulas están en pésimas condiciones, los baños están deteriorados, la infraestructura física está cubierta de maleza, las personas comparten sus espacios con animales silvestres, la falta de material didáctico y equipamiento obsoleto desmotiva a los universitarios y propugna el éxodo del personal docente».
Humbría señaló que la crisis salarial, la falta de oportunidades y la incertidumbre del futuro impulsan a los docentes a buscar oportunidades fuera del país, lo que genera una fuga de talentos y un impacto negativo en la calidad de la educación.
En cuanto a las soluciones, la APULA-Trujillo exige al Gobierno Nacional un salario digno para los docentes y todos trabajadores universitarios, así como un plan de estabilización económica para frenar la inflación y permitir la inversión en la infraestructura universitaria.
«Es urgente que se impulse un plan de rehabilitación y modernización tecnológica de las universidades, que permita ofrecer una educación de calidad en condiciones dignas, donde se garantice la protección de los derechos laborales de todos los universitarios, con un marco legal que respete y reivindique las normas de homologación y las convenciones laborales, reconociendo los legítimos representantes gremiales y sindicales del sector universitario, protegiendo la libertad sindical y el derecho a la negociación», afirma el profesor Johny Humbría.
La situación en la Universidad de Los Andes, núcleo Trujillo, refleja la crisis generalizada que enfrenta la educación superior en Venezuela. El futuro de la universidad y de las nuevas generaciones pende de un hilo, mientras la APULA-Trujillo, clama por un cambio urgente que ponga fin a la violación sistemática de los derechos laborales de la comunidad universitaria.