La trata de menores venezolanos es monitoreada en Villa del Rosario con cámaras de vigilancia

El alcalde del municipio Villa del Rosario, en Norte de Santander – Colombia, Carlos Julio Socha, manifestó que, a través de las cámaras de seguridad que fueron instaladas hace meses en algunos puntos de la localidad, buscan dar con los responsables de la trata de personas, sobre todo de niños, niñas y adolescentes, así como de otros delitos, pues destaca que muy pocos se atreven a denunciar

Alcalde del municipio Villa del Rosario, Carlos Julio Socha. Foto: Mariana Duque

Ante la presencia del fenómeno “niños arrastradores” en la frontera entre Venezuela y Colombia, menores de edad venezolanos que están siendo utilizados por las redes de trata en Colombia para captar a otros niños, niñas y adolescentes en Venezuela, el alcalde del municipio Villa del Rosario, Carlos Julio Socha, manifestó al Diario de Los Andes que con las cámaras de seguridad que fueron instaladas en algunas calles de la localidad, buscan monitorear esos hechos delictivos y dar con los responsables.

Destacó que el principal problema es que quienes identifican a esos presuntos tratantes no los denuncian, por lo que han tenido que hacer un trabajo de vigilancia en trochas, para dar con algunos casos de explotación laboral y sexual, así como de mendicidad infantil.

“A través del equipo de inteligencia de tanto de Bienestar Familiar, como de Comisaría de Familia y Secretaría de Salud, hemos hecho el seguimiento y vigilado para que esos casos no se sigan presentando, porque hay casos, los hemos tratado, los hemos verificado y los hemos denunciado, y hemos dado capturas a mucha gente que está haciendo ese tipo de delincuencia, porque eso es delincuencia”, expresó.

Socha indicó que, con la posible apertura de la frontera entre Venezuela y Colombia, habrá mayor contacto entre las autoridades de ambas naciones y sobre todo entre los alcaldes que se encuentran en el eje fronterizo, para generar acciones en conjunto que eviten que este flagelo siga incrementando en los niños, pues recordó que los menores de edad no se ofrecen a trabajarle a las redes de trata, sino que son obligados.

Precisó que tenían ya conocimiento sobre la presencia de niños arrastradores, “porque nosotros tenemos equipos de inteligencia que trabajan mirando en las trochas y eso se ha presentado, y los casos han sido denunciados y los hemos captado, y hemos puesto en manos de las autoridades a aquellas personas que están haciendo este tipo de delitos”, dijo.

Está convencido que con la apertura de la frontera ya no pasarán tantos ciudadanos por las 37 o 40 trochas activas, ni será tan fácil delinquir.

 

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