La pobreza

En cualquier circunstancia y en cualquier país la pobreza es una tragedia. En el caso de Venezuela la pobreza es un escándalo. Fue un escándalo en los años finales del siglo pasado y es un escándalo todavía mucho más grande en los años iniciales de este siglo XXI.

 

No hay manera de explicar que un país que ha contado con tantos recursos no haya sido capaz de resolver satisfactoriamente la cuestión de la injusta distribución de la riqueza y, sobre todo, de las oportunidades.

Las investigaciones más recientes indican que una abrumadora mayoría de venezolanos vive en condiciones de pobreza. Y un porcentaje muy elevado en situación de pobreza extrema y de miseria. Es decir, familias enteras cuyos ingresos no alcanzan para comprar la cesta alimentaria. Mientras tanto, una minoría opulenta integrada en su mayor parte por gente enriquecida al amparo del poder político, exhibe niveles de riqueza insolentes.

La superación de la pobreza es una tarea urgente por tres razones: en primer lugar, porque es intolerable desde el punto de vista moral. Es un pecado que clama al cielo que tengamos tanta gente pobre en este país con tantos recursos. En segundo lugar, porque la pobreza es un obstáculo para el desarrollo económico. El progreso económico supone un mercado consumidor muy amplio y los pobres, por definición, están excluidos de ese mercado consumidor. En tercer lugar, porque la pobreza conspira contra la estabilidad democrática.

La democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo. Es un gobierno de ciudadanos y los pobres, por definición, están excluidos de la ciudadanía. La pobreza no se resuelve con dádivas del gobierno o de los particulares. Los subsidios directos y las obras de misericordia son bienvenidos. Pero la solución radical del problema de la pobreza está en garantizar educación de calidad a todos los ciudadanos pero, particularmente, a los hijos de las familias más pobres.

El reto de un próximo gobierno en Venezuela es el de lograr crecimiento económico que vendrá acompañado con la generación de oportunidades de empleo con más y mejor educación para que los hijos de los pobres puedan estar capacitados para acceder a empleos modernos, bien remunerados y estables.

Está en juego la dignidad de la Persona Humana. La Justicia Social consiste en garantizar igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos.

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