La fábrica de vidrio «Favianca», en la zona industrial de Valera, promovida en 1970 por «Muchacho Hermanos», y luego propiedad de «Owens Illinois», fue una referencia internacional en eficiencia y calidad. Era una planta modelo, competía en eficiencia con plantas norteamericanas y europeas. Orgullo de Trujillo, era operada por personal trujillano, capacitado por «Owens Illinois», líder mundial en la industria del vidrio. Trujillanos que lograban resultados de calidad mundial a la altura de las mejores plantas productoras de envases de vidrio en el mundo. En «Favianca» se demostró la capacidad del trujillano para estar al nivel de los mejores del mundo. Esa si era una expresión contundente del «Trujillo Potencia». Hoy técnicos vidrieros trujillanos formados en Favianca trabajan en diversos países poniendo en alto a Venezuela y a Trujillo. Favianca era el principal contribuyente de la alcaldía de Valera. Eran millones y millones anuales. Todo esto lo perdió Trujillo por un capricho de Chávez: exprópiese, dijo. Hoy «Venvidrio» es una verdadera vergüenza. Una empresa, si eso puede llamarse empresa, inauditable, arruinada, desmantelada y destruida. Lo que sucedió en «Favianca» se repite en «Cemento Andino», en «Café Venezuela», en «Agroisleña», en el «Central Motatán, en las fincas expropiadas y saqueadas. En Pdvsa, en Enelven, en CVG y las empresas de Guayana, en Cantv, en Corpoelec. Todo este desastre forma parte de la herencia de Chávez, pero cómo será de sólida Venezuela, que ha soportado esta plaga, y está lista para despegar de nuevo y convertirse en la nación líder de Latinoamérica, con la ayuda de Dios. (EMU).