He participado en varios intentos para TRANSFORMAR a Trujillo:
- «DESARROLLO TRUJILLANO: ACCIÓN CONCRETA», la propuesta de desarrollo del gobierno de José Muchacho Bertoni, la más visionaria y fructífera.
- «TRUJILLO: VISIÓN 2020», promovida por la Universidad Valle del Momboy con la asesoría del Instituto Tecnológico de Monterrey y el apoyo del gobernador Luis Ernesto González.
- «DEL TRUJILLO QUE TENEMOS AL TRUJILLO QUE QUEREMOS» promovida por la Fundación PorTrujillo y el Doctor y Maestro Don Hernán Méndez Castellanos.
Debemos agregar los programas de gobierno de los partidos políticos y de los diferentes gobernadores. Todas fueron iniciativas serias y bien intencionadas, pero poco efectivas porque no hemos logrado hacer realidad la visión propuesta: TRANSFORMAR A TRUJILLO.
En algo hemos fallado, en algo no acertamos, hay nudos que no hemos podido desatar, e intuyo que lo que falta es que nos dediquemos con método, conocimiento, entusiasmo y constancia a transformar el ALMA DE TRUJILLO: ELEVAR EL NIVEL DE CONCIENCIA DE LOS TRUJILLANOS.
Lo MATERIAL, la tierra, el agua, la infraestructura, el cemento y la cabilla SON NECESARIOS, pero NO SUFICIENTES. Los hechos lo demuestran. Oigamos a Benedicto XVI:
«SE NECESITAN UNOS OJOS NUEVOS Y UN CORAZÓN NUEVO«.
Son necesarios un cambio de corazón y una mirada nueva, pero ¿CÓMO LO HACEMOS?, conversando con la gente y apelando al poder creador de la palabra, que unido a lo material, al conocimiento y las relaciones, producirán una síntesis transformadora expresada en una NUEVA NARRATIVA capaz de generar el desencadenamiento del TRUJILLO POSIBLE.
«…el destino está ‘implicado’ en el universo para buscarlo y desplegarlo.» (David Bohm)
«…desplegamos las posibilidades del universo ‘implicado’ usando el lenguaje.» (Francisco Varela)
«Hay una cualidad abierta y emergente en el universo. Un grupo de componentes simples puede resurgir repentinamente en un nivel superior de autoorganización, como una nueva entidad con nuevas propiedades. No podemos encontrar una causa o razón para esta cualidad emergente, pero a medida que la experimentamos una y otra vez, vemos que el universo ofrece infinitas posibilidades.» ( Joseph Jaworski)
Soñamos a TRUJILLO como una tupida trama de comunidades auto- organizadas, libres, conscientes, democráticas, emprendedoras, productivas, solidarias y amorosas.
Es evidente el rezago de Trujillo. Esto no es nuevo, nos quedamos atrás hace tiempo, pero no es momento de lamentos y de echar culpas, es la hora de darnos cuenta y expandir nuestra conciencia, es tiempo de protagonistas, no de víctimas.
En 1999 concluí un programa con el Doctor Rafael Echeverría y me di cuenta que el fundamento del programa, -los desarrollos de Francisco Varela, Humberto Maturana y Fernando Flores-, nos proporcionaban herramientas nuevas para darle sentido a la vida y a los procesos transformadores que andábamos buscando. Recuerdo que empezando el siglo XXI pregunté a Francisco González, rector de la Universidad Valle del Momboy, si sabía de alguna experiencia donde esas propuestas se hubiesen aplicado en alguna región con el objetivo de lograr transformaciones significativas.
Un día el Rector me llama y me dice que recibió un documento titulado
«EL DESARROLLO COMO UN PROCESO CONVERSACIONAL DE CONSTRUCCIÓN DE CAPITAL SOCIAL (Aysen)«. Le sacamos una copia que leí varias veces porque daba respuesta a mi inquietud.
Un equipo de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile produjo una síntesis entre los conceptos de Capital Social de Putnam, Coleman y Kliksberg, con los desarrollos de Varela, Maturana y Flores, y propone la creación de una nueva disciplina para la investigación y desarrollo de conceptos, modelos y tecnologías para la producción de CAPITAL SOCIAL, denominada SOCIOTECNOLOGÍA.
Fue una genialidad proponer, siguiendo a Varela, Maturana y Flores, «QUE UNA PODEROSA FORMA DE ENTENDER LAS RELACIONES ENTRE PERSONAS -y por tanto, también el desarrollo de las organizaciones- ES CONCEPTUALIZÁNDOLAS COMO PROCESOS CONVERSACIONALES». A lo que se agrega la interpretación de Maturana «QUE VE EL CONVERSAR COMO UN PROCESO DE TRANSFORMACIÓN EN LA CONVIVENCIA».
Investigué quiénes eran los autores, me llamó la atención la producción intelectual del Doctor CARLOS VIGNOLO, le escribí, y dado que no recibía respuesta llamé a ANTONIO ELIZALDE, entonces Rector de la Universidad Bolivariana de Chile, quien se comunicó con el Doctor Carlos Vignolo y le habló de mi interés en sus propuestas. Carlos me respondió y se inició una maravillosa relación. En un viaje de Arianna Martínez Fico a Chile, le pedí que lo visitara y le expresara nuestro interés de organizar una visita a Valera. No perdimos tiempo e iniciamos un proceso de multiplicar las fotocopias del artículo y a leer otros documentos del Doctor Carlos Vignolo. Se concretó la visita del Doctor Vignolo a Valera en septiembre del 2007.
El desarrollo como un proceso conversacional de construcción de capital social fue, y sigue siendo, una respuesta a nuestra búsqueda.
Se incorporó a los programas de la UVM. Magda Dávila con el visto bueno del rector, lo incluyo en los módulos de aprendizaje, concretamente en Paradigmas de Pensamiento, un tema transversal en el programa de formación de la UVM. María Alejandra Briceño lo convierte en un programa transformador de Acoinva. Luego desde la «Aldea Emprendedora/UVM» se proyecta hacia Porlamar a través del acuerdo entre la UVM y la Universidad Corporativa de SIGO.
Creo que todo lo que originó el artículo «El desarrollo como un proceso conversacional de construcción de capital social» se debe la capacidad de la SOCIOTECNOLOGÍA para generar investigación, desarrollo de modelos y herramientas para construir capital social, algo que estábamos buscando: el capital social como base fundamental del desarrollo, y la SOCIOTECNOLOGÍA como la generadora de herramientas para producirlo.
La «SOCIOTECNOLOGÍA», tecnologías para producir CAPITAL SOCIAL, definen el capital social como la capacidad de una COMUNIDAD para producir VALOR, y asumen que dependiendo de la CALIDAD DE LAS RELACIONES que se establecen entre los integrantes de una COMUNIDAD, se determinará la CAPACIDAD de esa COMUNIDAD para producir las TRANSFORMACIONES que produzcan DESARROLLO.
«Cuando hablamos del DESARROLLO estamos pensando en las TRANSFORMACIONES que deben producirse para hacer REALIDAD lo POSIBLE.
¿Qué es aquello que ocurre cuando decimos que las personas se RELACIONAN?. Una forma muy poderosa de entender las RELACIONES ENTRE PERSONAS es conceptualizándolas fenomenológicamente, como PROCESOS CONVERSACIONALES en los cuales lo que las personas hacen es CONSTRUIR LA REALIDAD en que viven».(Carlos Vignolo)
La CALIDAD de las RELACIONES entre los trujillanos viene dada por la CALIDAD de nuestras CONVERSACIONES, tanto de las conversaciones que se producen, como de las conversaciones que deberían darse pero no se dan.
Relaciones, conversaciones, lenguaje y destrezas conversacionales son VARIABLES DE DESARROLLO que no hemos VALORADO suficientemente, por nuestra costumbre de colocar el ÉNFASIS en los RECURSOS MATERIALES, descuidando lo que LA VIDA utiliza para HACER REALIDAD LO POSIBLE: las relaciones y los procesos conversacionales que las constituyen. Los seres humanos coordinamos acciones conversando.
Los Trujillanos contamos con un buen CAPITAL HUMANO, nuestro problema lo origina un pobre CAPITAL RELACIONAL, que en vez de CREAR VALOR lo DESTRUYE. Lo sucedido con nuestros Ateneos, la destrucción del Sistema Hidráulico Trujillano, el vandálico asalto al Centro de Historia, los disparates del Mercado Mayorista y las oportunidades desaprovechadas en diversas áreas, son demostraciones de cómo hemos destruido valor cuando el capital relacional es negativo.
El paradigma del CAPITAL SOCIAL y la SOCIOTECNOLOGÍA son fundamentales para hacer realidad el TRUJILLO POSIBLE.
Sin CAPITAL SOCIAL no habrá desarrollo. ES EL TIPO DE INTERACCIONES ENTRE LOS TRUJILLANOS LO QUE ESPECÍFICA EL ESPACIO DE LO POSIBLE PARA TRUJILLO.
En Diario de los Andes hemos constituido un equipo de trabajo que contará con el apoyo y la asesoría de María Alejandra Briceño (BuenosAires), Magda Dávila (Córdoba-Argentina), Arianna Martínez Fico (Santiago-Chile) y el Doctor Carlos Vignolo (Santiago-Chile), para aplicar los conceptos de la Sociotecnología en Trujillo, como un camino para incrementar la capacidad de generar valor de nuestras organizaciones. Por sugerencia de María Alejandra acordamos ir de lo pequeño a lo grande. Se sumará el visionario proyecto «Trujillo Agroindustrial» que lidera Rafael Maldonado, y trataremos de lograr que también participan personas claves de organizaciones civiles de Trujillo para ir creando una RED que tenga EL CAPITAL SOCIAL COMO ELEMENTO ARTICULADOR.
El gran salto hacia «EL TRUJILLO POSIBLE» exige que trabajemos con inteligencia y constancia; con entusiasmo y pasión: LA FUERZA DEL CORAZÓN. No será producto de sortilegios ni milagros sino de una VISIÓN POTENTE expresada en una NARRATIVA DESENCADENANTE del Trujillo posible. Construir esa visión y la necesaria narrativa es una tarea pendiente y prioritaria. Luego, trabajo, trabajo, trabajo y más trabajo inteligente.
Mi experiencia de 42 años en «Diario de los Andes» me ha permitido comprobar la capacidad de influencia de un periódico: su INFLUENCIA SOCIAL, que constituye un recurso valioso para contribuir en los necesarios procesos de transformación cultural que requerimos para el despliegue del TRUJILLO POSIBLE, como punto de partida y prototipo inicial de nuestra visión que incluye a Mérida y Táchira.
El proceso está en marcha, todos somos aprendices.
(EMU)