Caracas, 28 nov (EFE).- La capital de Venezuela acogió este domingo la IV carrera contra la violencia hacía las mujeres, organizada por la delegación de la Unión Europea (UE), en la que casi un millar de personas convirtieron Caracas en una «marea morada», dijo a Efe Rafael Dochao Moreno, jefe de la diplomacia del bloque comunitario en la nación caribeña.
«Estamos rodeados de una auténtica marea morada. Y, ¿por qué una marea morada? Porque en esta carrera hemos corrido contra la violencia hacía las mujeres», aseguró Dochao Moreno, recordando que el morado es el color que identifica esta lucha.
El jefe de la delegación europea destacó el «ambiente festivo» y «reivindicativo» del evento deportivo, en el que participaron también los embajadores de países europeos en Venezuela.
«Hemos estado todos los embajadores europeos y casi un millar de corredores de todas las edades, de todas las orientaciones políticas», explicó Dochao Moreno, quien, además, celebró el compañerismo en la competición, donde los participantes se animaban «unos a otros».
Por otra parte, los corredores destacaron que se use el deporte para «hacer visible» el problema de la violencia hacia las mujeres, tal y como explicó a Efe la participante Génesis de Lellis.
«Fue una experiencia maravillosa, gratificante, que tiene mucha solidaridad y mucha importancia para nosotras las mujeres porque nos ha servido para elevar a voz, para hacer visible un problema que existe en esta y en todas las sociedades», puntualizó De Lellis.
Al terminar la competencia, la UE en Venezuela donó 3.000 dólares, recaudados en el proceso de inscripción de la carrera, a la asociación Éxodo que trabaja en comunidades y ha desarrollado un proyecto de prevención de la trata y el tráfico de mujeres.
Además, se repartieron 2.000 dólares entre los ganadores absolutos (primer, segundo y tercer lugar en ambos géneros).
En la categoría femenina, el primer premio fue para Magaly García, mientras que en la masculina se lo llevó Marvin Blanco.
La violencia contra mujeres y niñas es una violación grave de los derechos humanos y el derecho de las mujeres a vivir sin violencia está recogido en acuerdos internacionales.
En el ámbito mundial, solo el 40 % de las mujeres busca ayuda tras sufrir violencia, lo que obliga a las instituciones a promover políticas de prevención y ayuda.
En el caso de Venezuela, la organización Utopix contabilizó 200 feminicidios entre enero y octubre de 2021, lo que equivale al asesinato de una mujer o niña cada 36 horas.
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