Madrid/Nueva York, 7 mar (EFE).- Los parqués de las grandes bolsas mundiales han vivido este lunes una sesión frenética en la que han pasado de perder hasta el 6 % en algunas plazas a primera hora, cuando el petróleo rozaba los máximos de 2008, a cerrar con unos descensos que ponen de manifiesto el nerviosismo que invade a los inversores.
Tras conocerse el fin de semana que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) estudian algún tipo de embargo al petróleo ruso, el crudo Brent, de referencia en Europa, se ha disparado hasta casi los 140 dólares el barril y en Asia los mercados han sufrido abultadas caídas (por encima del 3 % en Tokio y Hong Kong) que se han trasladado a las plazas europeas.
Por su parte, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI), referente en EE.UU, cerró con una subida del 3,2 % y se situaba en 119,40 dólares, frenando su ascenso meteórico de 130 dólares que tocó la víspera.
Sin embargo, al tiempo que el crudo reducía su escalada, algunos parqués han logrado remontar e incluso han cotizado en ganancias poco antes de que Wall Street iniciara las operaciones.
No obstante, la apertura a la baja de Nueva York, que al cierre europeo caída ya en torno al 2 %, ha hecho que las bolsas se desinflaran y Fráncfort ha terminado con una caída del 1,98 %; Milán del 1,36 %; París del 1,31 %; Madrid del 0,99 %; y Londres del 0,4 %.
El índice Euro Stoxx 50, que agrupa a las empresas de mayor capitalización del Viejo Continente, ha perdido el 1,23 %.
La Bolsa de Wall Street cerraba un día para el olvido, con el Dow Jones cayendo un abultado 2,37 % y entrando en territorio de corrección por primera vez desde el estallido de la pandemia y el Nasdaq entrado en mercado bajista, tras caer un 3,62 %.
La invasión de Ucrania ha generado mucha volatilidad y cada noticia con potencial impacto en los mercados se traduce en bruscos movimientos mientras los analistas temen que la economía entre en una fase de escaso crecimiento con elevada inflación.
RIESGO DE ESTANFLACIÓN
«(La estanflación) es el peor escenario económico que se puede tener, señalan los analistas de IG, ya que para frenar la subida de precios los bancos centrales tendrán que subir los tipos «en vez de introducir políticas monetarias expansivas, que han sido el antídoto en las crisis anteriores que hemos vivido».
Los expertos de eToro añaden que ahora se acrecientan las dudas sobre los próximos pasos de la política monetaria: «Hemos pasado, en menos de tres meses, de subir tipos de forma muy suave, a pensar en la posibilidad de tener seis alzas en 2022 y regresamos ahora a fuertes dudas de cuál será el camino que tomará la Fed (Reserva Federal estadounidense) ”.
La causa del alza de precios ha sido la energía, precisamente lo que más ha subido con la invasión de Ucrania.
Tras acercarse a los máximos históricos de 2008, el precio del Brent se ha moderado y al cierre de las bolsas en Europa subía el 2,5 % y costaba 122 dólares el barril.
Igual evolución ha presentado el gas natural de referencia en Europa (TTF), que tras alcanzar los 335 euros por megavatio hora (MWh) ha cerrado en 212 euros, un precio muy elevado y que de hecho es su máximo histórico al cierre de la negociación.
El aumento del gas se traduce en alzas en los mercados mayoristas de electricidad europeos, que llevan semanas batiendo sus récords históricos de precios.
Además, la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia merman la disponibilidad de materias primas y su escasez puede llevar a interrupciones en la cadena de producción y, tal como se ha visto en el último año, ello significa menos crecimiento y aumentos de precios, recuerdan los expertos de la gestora Carmignac.
El dólar sigue viéndose como moneda refugio, lo que ha llevado este lunes al euro a cambiarse en 1,08 dólares, el nivel más bajo desde mayo de 2020; mientras que el rublo ahonda su desplome y ya ha perdido el 86 % de su valor desde que arrancó la invasión.
Otros valores considerados seguros también han rozado máximos, como el oro, que por la mañana se acercó a los 2.000 dólares la onza para caer al cerrar los mercados en Europa a 1982 dólares.
En cuanto a la deuda, la rentabilidad de los bonos de los países de la eurozona finalmente ha cerrado al alza.
El interés del bono alemán a diez años, considerado el más seguro, vuelve a terreno negativo por segundo día consecutivo y está en -0,023 %, mientras que el español ha terminado en 1,001 %, lo que deja la prima de riesgo en 102,4 puntos básicos.