Con esta explicación termino la reflexión en torno al Espíritu de la Gran Nación, que comencé la semana anterior. Se preguntarán, ¿qué hacemos si no somos una Gran Nación? En primer lugar importante reconocer qué tipo de nación somos para ubicarnos en el contexto mundial. Creo que a pesar de que nuestro país pasa por una época terrible: somos una gran nación.
Hay numerosas evidencias de ello, en la lucha democrática, pacífica y continuada que hemos llevado adelante en estos 20 años de espantosa dictadura. Sí se trata de un tema de extensión territorial, estamos listos, la gran nación será definida por los metros cuadrados que tiene su territorio: Estados Unidos de Norte América, Rusia, China, Nueva Zelandia, Australia, Canadá, Brasil e India, entre los que recuerdo ahora, son los típicos para considerarse de esa manera .
El pensamiento, ligado al territorio extendido, como la gran nación es del siglo XVIII, el XIX y hasta entrado el XX. De allí la idea de los Imperios, en donde Inglaterra, España y Francia llevaban la delantera. Tardaron bastante, Inglaterra y Francia en regresar a sus lares y mantenerse solo con sus territorios.
Mientras España fue obligada por el genio del Libertador a regresar a sus confines. El llamado “Reino Unido”, se expandía y no ha perdido contacto con las que fueron sus colonias creando un estatus interesante, diferente y novedoso, probablemente con la idea de no caer en la pérdida del poder, llamada atímia.
La cuestión estriba en que, al día de hoy el poder se mide por la fabricación de armas nucleares y no por el territorio. El desarrollo científico, tecnológico y humano es fundamental, para esa consideración. La expansión territorial quedó en el pasado. (Al menos, eso parece) No obstante ese criterio, se puede observar que varios países pretenden pasar a ser potencias, grandes naciones, entre otras denominaciones sin tener con que, de acuerdo a ese postulado.
La ciencia política evoluciona, otros criterios se usan para entender, se trata de una gran nación, cuando la evolución, la aplicación de las leyes y los derechos humanos, el nivel científico es alto y su educación suficiente. La democracia, se mejora y amplia. ¿Qué decimos del Estado de Israel? Pequeño de tamaño y grande en sus logros. La lista de sus Premios Nobel es inmensa, sus avances asombrosos. ¿Pequeña o Gran Nación? Esa es la cuestión.