Es un embuste o treta de lo que se valen ciertos comerciantes para sacarle dinero al público consumidor; es la “maraña”, tan de moda en la actualidad para conseguir una cosa fácil, entre estos los alimentos para revenderlos a precios de especulación, de lo cual “las autoridades no se dan por enteradas, pues a pocos metros de los comando policiales se suceden las estafas públicas, donde resulta más interesante parar un motorizado, solicitarle los documentos y hasta el certificado de salud, si no carga este tipo de documentación, también le sale maraña, remolcarle la unidad, lo cual evita pagando al funcionario.
En lo que se refiere a los artículos de consumo masivo la especulación los ha llevado a comienzos de año a precios nunca vistos, por ejemplo, un litro de aceite comestible está en los 100 mil bolívares, la pasta larga en 90 mil, la corta en 80 mil simones, el arroz de buena calidad a 80 y 90 mil bolívares, mientras que los plátanos están en 2 mil y 3 mil la unidad.
Maraña hasta en los combustibles
En estos días de escasez de gasolina, GLP y aceite la especulación también ha estado presente la “maraña”, se ha pagado lo que el especulador pida por un litro de gasolina, que tiene sus complicidades en las estaciones de servicio, no los concesionarios o dueños, sino a través de los operarios. Maraña que también han aplicado en la distribución de gas para uso doméstico, que ha llegado al aceite que tiene un costo legal de mil 500 bolívares y es vendido hasta en 600 mil bolívares, lo que demuestra la falta de una autoridad que proteja al consumidor y ponga fin a esta especulación desenfrenada que castiga al ciudadano de la calle.