París, 11 mar (EFE).- La Comisión Europea trabaja para que los Veintisiete puedan prescindir completamente de las importaciones de gas y petróleo de Rusia, con las que Moscú recibe cada día 800 millones de dólares, pero la gran dependencia de algunos países miembros hace difícil ese objetivo a muy corto plazo.
Este es el mensaje del comisario europeo del Mercado Interior, Thierry Breton, que en una entrevista en la emisora France Info este viernes dijo que Bruselas será «muy flexible» para que los Estados ofrezcan subvenciones para compensar de forma selectiva a los consumidores particulares y a las empresas más afectadas por la escalada de precios de la energía.
«Trabajamos para librarnos completamente de Rusia como proveedor energético», afirmó Breton, que indicó que «pase lo que pase» con la guerra de Ucrania, la UE debe librarse de la dependencia del gas ruso.
Los líderes de los Veintisiete concluyen hoy una cumbre de dos días en Versalles, donde una de las cuestiones principales es la forma de acabar con esa dependencia del gas y del petróleo rusos, aunque parece descartarse decretar un embargo como el que ha decidido Estados Unidos, que compra muchos menos hidrocarburos a Rusia.
Breton explicó que la Comisión Europea ha preparado un plan para reducir este año en dos tercios las compras de gas ruso, que suponen cerca del 40 % del consumo en la UE (155.000 millones de metros cúbicos el pasado año), pero con proporciones muy diferentes según los países: un 8 % en España, un 20 % en Francia, un 55 % en Alemania y hasta el 100 % en Finlandia o en Rumanía.
Ante las peticiones de algunos de cortar de forma inmediata las compras de hidrocarburos rusos para privar a Moscú de recursos que puede dedicar a la guerra, el comisario europeo insistió en que la prioridad es mantener la unidad del bloque.
Entre las medidas propuestas para disminuir esa dependencia de Rusia, la principal a corto plazo es sustituir ese país por otros productores de gas, como Estados Unidos, Catar, Argelia o Azerbaiyán. Y eso acompañado del compromiso de que todos los países hayan rellenado sus reservas al menos al 90 % antes de que empiece la temporada de invierno 2022-2023, que es el horizonte crítico.
NO HAY TABÚ SOBRE NUEVA DEUDA COMÚN
Breton estimó, por otro lado, que «no hay tabús» sobre la posibilidad de lanzar nuevas emisiones de deuda en común para afrontar las necesidades derivadas de la guerra en Ucrania, aunque puntualizó que esa no es la cuestión del momento.
«Todavía no estamos ahí», respondió cuando se le preguntó por esa posibilidad que ya han evocado abiertamente algunos dirigentes de los países de la UE, como el primer ministro italiano, Mario Draghi.
El comisario del Mercado Interior recordó que todavía está en marcha el plan de recuperación por la crisis de la covid, dotado con 750.000 millones de euros de créditos emitidos en común, de forma que «hay reservas que van a llegar».
Pero al mismo tiempo, destacó que Europa ha demostrado que «sabemos reaccionar juntos» en situaciones excepcionales y «si es necesario, sabremos proponer soluciones».