Filadelfia (EE.UU.), 6 ago (EFE).- La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, formalizó este martes su candidatura demócrata a la Casa Blanca con la elección del gobernador de Minesota, Tim Walz, como compañero de fórmula electoral para la vicepresidencia en caso de ganar en noviembre al republicano Donald Trump.
Harris y Walz comparecerán hoy por primera vez en público en un mitin en Filadelfia, la gran ciudad del estado clave de Pensilvania, tras haber construido una candidatura en tiempo récord, apenas dos semanas después de que el presidente, Joe Biden, renunciara a presentarse a la reelección.
Kamala Harris obtuvo el apoyo de 4.567 delegados del partido, el 99 % del total, en la votación telemática para formalizar su candidatura, que duró cinco días, anunció este mismo martes el Comité Nacional Demócrata.
Sin embargo, la vicepresidenta, la única aspirante en este proceso de urgencia, ya había logrado el pasado viernes el número suficiente de votos para hacerse con la nominación.
El partido utilizó este inusual método de votación, en lugar de coronar a Harris en la Convención Nacional Demócrata que celebrará en dos semanas en Chicago, porque las normas del estado de Ohio exigían conocer los nombres de los candidatos antes del 7 de agosto.
También hoy, Harris eligió al que será su compañero de fórmula: el gobernador de Minesota, Tim Walz, de 60 años y el favorito del ala más progresista del partido.
Walz se impuso así al gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, y al senador de Arizona Mark Kelly, que estuvieron en la lista de finalistas hasta esta misma mañana.
La candidata demócrata esperó hasta el último momento para elegir a su ‘número dos’ y lo hizo pocas horas antes del mitin en Filadelfia, programado desde la semana pasada, para dar el pistoletazo de salida a una gira junto a su compañero de fórmula por los siete estados ‘bisagra’ que serán clave para la carrera a la Casa Blanca.
En un mensaje en redes sociales, Harris dijo que Walz era un defensor de la clase media y las familias trabajadoras.
«Una de las cosas que me llamaron la atención de Tim es como sus convicciones para defender a la clase media son algo profundo para él. Son algo personal», explicó.
Walz aceptó el encargo y se declaró «honrado» por la elección: «Cuenten conmigo», dijo en redes sociales.
El gobernador de Minesota no figuraba en las primeras quinielas. De hecho una reciente encuesta de NPR lo situaba como el más desconocido de los aspirantes a nivel nacional, pero se hizo viral en una aparición pública en la que calificó de «raritos» a los rivales republicanos, lo que lo catapultó dentro de la carrera de los vicepresidenciables.
Walz era el preferido de los progresistas del partido para optar al puesto y fue inmediatamente atacado por la campaña de Trump, que lo calificó como un «izquierdoso radical».
El nuevo candidato demócrata a vicepresidente, que se alistó de joven en la Guardia Nacional y fue profesor y entrenador de fútbol en un instituto de la Minesota rural, presume de haber impulsado los comedores gratuitos en los colegios de su estado. Es también conocido por su carácter afable y su sentido del humor.
El gobernador, sin embargo, ha sido cuestionado por su respuesta a los disturbios de Mineapolis en 2020 tras la muerte de George Floyd y la polémica sobre el mal uso de fondos federales durante la pandemia de covid-19.
Tradicionalmente, el perfil del vicepresidente complementa al del presidente para crear una coalición ganadora, de manera que el ‘número dos’ suele apelar a un grupo de votantes específico, sirve de contrapeso ideológico o ayuda a ganar en un estado clave.
Harris confía en que la figura de Walz le ayude a ganar votos de la clase trabajadora en el cinturón industrial del Medio Oeste del país, especialmente en Wisconsin, Míchigan y Pensilvania.
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