La historia, especialmente contemporánea, demuestra que la juventud simboliza la esperanza, firmeza y perseverancia para alcanzar metas, sueños o proyectos.
Al tiempo de ser resilientes, capaces de superar adversidades, adaptarse y reinventarse.
Virtudes y fortalezas necesarias resaltar a propósito del Día de la Juventud, conmemorado este 12 de febrero al evocar la Batalla de la Victoria.
Por ende, colocarlas en práctica y asumir con valentía retos y desafíos en materia económica, social, política, educativa, entre otras, ha sido una constante.
Así lo comparten varios integrantes de la comunidad estudiantil del Núcleo Rafael Rangel de la Universidad de Los Andes (NURR-ULA) e invitan a seguir adelante, aunque existan dificultades.
Responsabilidades
Al respecto, Ivanna Justo, alumna del Ciclo Básico de Ingeniería Química, asevera que los jóvenes enfrentan diversos obstáculos para dar cumplimiento a sus responsabilidades.
En el caso de los universitarios, deben distribuir su cotidianidad entre trabajar y consumar sus obligaciones académicas.
“Actualmente tenemos un gran reto, aumentar las oportunidades a favor de la juventud venezolana. Existe la obligación como ciudadanos de luchar y aportar ideas para que el país avance, es decir, que mejoremos todos como sociedad”, opina.
Convicción e ingenio
De igual manera, Ricardo Montero, cursante de Derecho, enfatiza sobre los problemas nacionales, a los cuales los jóvenes no escapan.
En tal sentido, los jóvenes universitarios optan por ingeniárselas y generar ingresos económicos alternos, ya sea desde la virtualidad, medio tiempo o por horas.
“Todos los acontecimientos que enfrentamos, no nos detienen. Tenemos la convicción que saldremos adelante y lograremos nuestras metas propuestas, no es fácil, pero tampoco imposible. Mantengámonos siempre motivados, pues poseer una carrera universitaria nos abre las puertas a un mejor futuro”, refiere.
Motivación y actitud
Asimismo, Neimar Montilla, cursante de Farmacia, indica que estudiar durante el presente es un gran reto para los jóvenes, a sabiendas que muchos resultan desmotivados y decepcionados al percibir, en ocasiones, que no hay oportunidades para desarrollarse profesionalmente.
“No es conveniente cerrar las puertas al conocimiento. Como estudiantes y ciudadanos de bien podemos lograr importantes cambios. Siempre es fundamental tener una actitud positiva y quitarnos el sesgo de que luchar por nuestras metas e ideales es irrelevante”, manifiesta.
Sumar voluntades
Mientras que Luis Araujo, de la carrera Educación Física, Deporte y Recreación, acentúa el valor de la academia en la formación profesional e intelectual de nuevas generaciones, aunque haya diversos problemas institucionales y externos.
Preocupado, invita a sumar voluntades entre los organismos gubernamentales, universitarios y sociedad civil por los recintos de estudios superiores, ya que en ellos hacen vida activa miles de jóvenes venezolanos.
En el marco del Día de la Juventud 2025, Araujo expresa que desde el núcleo “luchamos por la permanencia de las universidades autónomas, para que se mantengan abiertas, aportando ideas y propuestas innovadoras que promuevan un porvenir provechoso de la población juvenil”.
Esfuerzo y dedicación
Por su parte, Orianna Moreno, estudiante de Ingeniería de Producción en Agroecosistemas, describe algunos inconvenientes afrontados por los jóvenes en los últimos años, entre ellos: los escenarios postpandemia, carencias económicas, fallas del transporte público y servicios básicos.
La ulandina ansía que prevalezca el espíritu resiliente y altas expectativas juveniles. “Pese a los acontecimientos, vale la pena esforzarnos para ser profesionales porque los conocimientos obtenidos nadie nos los podrá arrebatar. Con energía, dedicación y constancia conseguiremos nuestros objetivos”, subraya.
Persistencia y perseverancia
Moisés Díaz, perteneciente al programa académico Comunicación Social, sostiene que el mayor desafío de los jóvenes universitarios radica en lo económico, tanto en lo familiar e individual como en lo institucional.
En el último punto menciona la carencia de recursos a invertir en rutas y providenciales estudiantiles, además, actualización de equipos y tecnología, bajo la concepción de una educación o capacitación en condiciones dignas.
“La coyuntura económica-social impide que muchos jóvenes estudien en la actualidad, perjudicando de manera notable al país y a las universidades. Tenemos el deseo y el compromiso de instruirnos a favor de la sociedad venezolana que mucho lo necesita. Los jóvenes somos llamados a persistir y perseverar porque de nosotros depende que el país crezca y evolucione”, dice.
PRENSA ULA-NURR / Sheyla Rosario (Coordinación de Extensión).
Fotos: Carlos Cegarra.
.