José Rojas CNP 25.946
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En su reciente visita a la ciudad de Valera, Jorge Valero, embajador de Venezuela ante la Unión Europea, cumplió compromisos familiares y sociales, entre estos fue el presentador y padrino del bautizo de la obra del cronista del municipio Valera, Benigno Contreras, con motivo de la Semana Rangeliana y en conmemoración a los 148 años del natalicio del sabio Rafael Rangel.
En este lugar sede del complejo Educativo Rafael Rangel, el embajador Valero accedió a una breve conversación con Diario de Los Andes.
En su trayectoria diplomática Ud. ha tenido una destacada carrera ¿Cuáles han sido los momentos más significativos que le han mercado y cómo han influido en su visión sobre la diplomacia?
-Primero, debo decir que tuve el honor de defender y exigir la integridad de la vida del presidente Chávez, en un discurso pronunciado ante la OEA, como embajador, siendo para ese momento César Gaviria secretario general de la OEA, el cual estaba en permanente contacto con Pedro Carmona Estanga, ya que estaba apoyando y respaldando el golpe de Estado del 13 de abril: en ese discurso denuncie que en Venezuela se había instaurado una dictadura dirigida por el antipatriota Carmona Estanga. Otro episodio que recuerdo mucho es cuando el presidente Chávez me asignó como presidente de la comisión organizadora de la II Cumbre de la OPEP celebrada en Caracas en el año 2000, ese nombramiento me hizo recorrer todos los países que conforman esta organización, y el fin de esta gira fue llevar la invitación hecha por Chávez a todos los jefes de Estados y Gobiernos de la OPEP.
Resaltó Valero “Esta cumbre significó un viraje histórico en los precios del petróleo, porque cuando vamos al poder, al gobierno, el barril de petróleo estaba a 7,40 dólares, que prácticamente cubría los costos de producción y se corría el riesgo de que PDVSA entrara en quiebra, esta cumbre significó también el reconocimiento de Chávez en el mundo al lograr un crecimiento de los precios del petróleo que sobrepasó la escala de los 100 D/B, pero estamos viviendo, confrontando las medidas unilaterales de sanciones impuestas por el gobierno de Trump, que han provocado un desbalance en la economía nacional y han causado dolor y sufrimiento al pueblo venezolano y la política diplomática de Venezuela de una u otra manera ha sido la de buscar la concordia”.

Desde ese punto de vista en su rol como embajador ante la Unión Europea ¿Cuáles serían los desafíos que enfrenta Venezuela con este bloque y cuáles estrategias se están implementando?
-El presidente Maduro y el canciller Iván Gil han sostenido estar dispuestos a mejorar las condiciones con la Unión Europea sobre las bases de la cooperación, respeto mutuo, prevaleciendo el respeto a la soberanía del pueblo venezolano; sin embargo, la UE ha persistido en ser un factor hostil a los intereses de la revolución bolivariana. De igual manera ha actuado el Parlamento Europeo al reconocer a Edmundo González, como supuesto presidente de Venezuela, y es así que la Unión Europea ha mantenido una posición ambigua ya que en la práctica mantiene relaciones diplomáticas con el gobierno bolivariano, puesto que los países europeos tienen sedes diplomáticas en el país y nosotros tenemos embajadores allá en Europa. Pienso que la hostilidad manifestada hacia Venezuela es de forma más que de fondo, pues se conservan la fluidez de estas relaciones de manera satisfactoria, sin negar que haya habido momentos de tensión; en lo personal mantengo relaciones estables con dichas autoridades. Uno de los desafíos es de lograr el real reconocimiento internacional del nuevo modelo económico, social y participativo motorizado por la revolución bolivariana.
En ese contexto de cambios políticos y sociales ¿Cuál es su visión sobre el futuro de Venezuela en el escenario internacional, y qué pasos cree necesarios para mejorar la imagen del país en el exterior?
-Venezuela, como ya dije, está sometida a unas brutales medidas coercitivas, unilaterales impulsadas por el gobierno de Estados Unidos, que han provocado una caída abrupta del ingreso fiscal, el año antepasado el ingreso fue por debajo de los mil millones de dólares, Venezuela llegó a producir 55 mil millones, significando una caída de más o menos el 99% del ingreso al país; sin embargo, Venezuela, su gobierno, en medio de esta política bestial de EE.UU y su presidente Trump, ha tenido un despegue en su economía petrolera, Venezuela se ha convertido- dice Valero- de ser un país monoproductor de petróleo a ser un país que produce en su casi totalidad lo que consume, antes se importaba el 90% de lo que comíamos hoy el 100% de ese consumo se produce en Venezuela, es producción nacional.

Resalta el embajador Jorge Valero “Tenemos una importante recuperación en la producción de petróleo, estamos sobre los mil millones de barriles, a pesar de la caída producto de las sanciones de doscientos cincuenta barriles diarios, hoy estamos en camino a producir más de tres millones de barriles diarios. Otra medida o paso dado por la revolución, ha sido el de mantener los programas fundamentales en pro del bienestar del pueblo venezolano.
La imagen del país a nivel internacional no necesita ser mejorada, buscamos las estrategias necesarias con los países aliados a concretar el reconocimiento pleno del Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Para culminar indagamos, cultura y diplomacia van de la mano, ¿Cómo está promoviendo la cultura venezolana en Europa y qué impacto considera que tiene en la percepción internacional de nuestro país?
–Venezuela mantiene una cultura de paz, enmarcada en una diplomacia de paz, como primicia de buena voluntad, la pes un desiderátum de la política exterior desde Chávez, ahora con Maduro, propiciamos una política de amistad y cooperación con todos los países del mundo, somos protagonista en toda América Latina, formando parte del ALBA creada por Chávez y Fidel, hoy son parte de ella 10 países y pertenecientes de la Celac 34, Venezuela es protagónica en lucha cultural por el reconocimiento de los pueblos, vanguardia de lucha por la paz, hay un reconocimiento de unidad de 124 países no alineados, con los cuales constituimos ante la ONU la carta de amigos que Estados Unidos quiere desconocer, como también obviar la Carta de la OEA en donde se reconoce y se establece como derecho la pluralidad cultural. Hoy se pretende culturizar homogéneamente al mundo y a los pueblos libertarios.
