Desde las inmediaciones del Servicio de Neonatología (P28) del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), un grupo de médicos de este recinto asistencial se pronunció en torno a las críticas condiciones de esta área motivado a la falta de inversión y atención por parte de las autoridades hospitalarias.
Janaika Machado, jefe del Servicio de Neonatología del Iahula, denunció como en esta área está cada día más crítica, pues actualmente solo cuentan con dos aspiradores para atender la cantidad de recién nacidos que diariamente nacen en este lugar.
Denunció además que no ha sido construido el servicio de exclusa, lugar para que los padres y personal médico que requiera ingresar a la unidad de riesgo neonatal laven sus manos, dejen las pertenencias y utilicen los insumos necesarios para la desinfección del mismo.
Tampoco han materializado la unidad de mezclas, la cual fue ofrecida para septiembre del 2016, y a un año no ha sido fue construida, por lo tanto siguen preparando las hidrataciones y fórmulas en lugares no adecuados y con altos riesgos bacteriológicos.
En cuanto al suministro de medicamentos “los antibióticos lo están trayendo los padres, en momento específicos la dirección ha hecho gestiones para estos tratamientos pero no son suficientemente contundente para hacer la corrección de las cosas que se están mencionando, por lo que desde antibióticos hasta fórmulas infantiles deben traerlas los padres”, destacó Machado
Dejó claro que el personal médico no está para desmeritar la gestión de la directiva, pero aseveró que hay situaciones que requieren de atención inmediata.
“Tengo como jefe de servicio un año y en mi gestión lo único que puedo decir es que supe lo que es tener un mensajero y una secretaria, pero en el resto no hay cambio, seguimos con una unidad que se vende como si ya estuviese terminada y la más moderna del Occidente pero está cerrada y otra área en construcción, por lo tanto seguimos teniendo lo mismo del año 1999”.
Mortalidad infantil en aumento
Akbar Fuenmayor, pediatra intensivista e integrante del Comité de Infecciones Asociadas a la Salud (Ciaas) lamentó como la dirección del Iahula no ha atendido el aumento de gérmenes e infecciones nosocomiales los cuales se han hecho inmune, desarrollando mecanismos de resistencia contra los antibióticos que se usan en los hospitales.
“Es pavoroso los gérmenes de esta área (al referirse a Neonotalogía) que prácticamente se hicieron resistentes a prácticamente todos los antibióticos, esos antibióticos son capaz de producir unas encimas que degradan a otros como el meropenem y no atacan a la bacteria, nos queda un solo antibiótico para ese germen que se llama colistin y el día que aparezca algún germen resistente a este, pues no hay más nada con que tratarlo”.
Puntualizó que de seguir mutando estos gérmenes las personas que lo adquieran en el Iahula están condenadas a morir. “Es como cuando en el año 1925 alguien agarraba una neumonía, pues estaba condenado a muerte, pero no estamos en 1925”.
Comentó que los tratamientos para combatir estas bacterias son costosos y los familiares de los pacientes deben comprarlo, ya que la institución no los garantiza; es lamentable que muchos no cuenten con la capacidad adquisitiva para conseguir estas medicinas, por lo que el resultado se convierte en muerte.
Fuenmayor afirmó que en esta área “no hay como lavarse las manos, porque la directiva del hospital no compra jabón, el suministro no es regular, tampoco hay guantes, la manipulación de los teteros y la forma de preparar las fórmulas es espantoso para aquellos bebés que sus madres no los pueden lactar porque están conectados a un ventilador, el comité ha registrado varios brotes de infecciones con mortalidad de 45% y a veces de 70% por gérmenes muy agresivos, también se cultivan en los sueros”.
Sin respuestas
Por su parte, la doctora Marlene de Salcedo, jefe del Servicio de Epidemiología del Iahula, rechazó la actitud del director de este centro asistencial, quien se da a la tarea de desmentir los informes, las denuncias y las historias que los médicos especialistas de este recinto realizan para reflejar la realidad del mismo.
“Ya basta que cada vez que salimos nosotros a poner la queja la directiva sale a desmentirnos, esta es la fecha y no tenemos ni un poco de jabón para P28 y como no vemos respuesta, es nuestra obligación denunciar que se están muriendo seres humanos, las cifras no van a variar así se discriminen; peor, se siguen muriendo menores de un año”.