“Hay que convocar con convicción a los valeranos que contribuyan a realizar un programa prospectivo para asegurar que Valera sea una ciudad sostenible en el espacio y en el tiempo”
Dr. Iván Lobo Quintero, mayo 2018
Las inquietudes del Dr. Lobo Quintero
por Valera y su desarrollo
Valera a lo largo de casi 200 años de historia eclesiástica ha contado con hombres y mujeres de gran valía en su desarrollo paulatino, muchos de esos seres han llegado de otras latitudes, otras regiones, pueblos o ciudades, personas que se han anclado en nuestro lar de bellas montañas para contribuir con el bienestar de la urbe. Uno de esos tantos seres fue, el Dr. Iván Lobo Quintero, médico jubilado, graduado en la ULA con especialidad en traumatología, político, deportista, cultor de las letras y las artes, entre otros oficios.
El pasado sábado 2 de marzo nos dejó, partió al encuentro con Dios en la casa de donde todo venimos. Ese día cuando conocimos la infausta noticia se nos arrugó el corazón, nos arropó una profunda tristeza, y un gran pesar, el fallecimiento de este excelente hombre nos dolió, dejó un vació en quienes le conocimos y tratamos. Valera perdía a uno de sus grandes defensores de su progreso.
Ese día recordamos tantas cosas que con el Dr. Lobo Quintero tuvimos la oportunidad de abordar. Igualmente fueron varias las conversas sobre aspectos que le preocupaban e inquietaban. Dos de esas preocupaciones la tocamos en nuestro último encuentro el 15 de febrero, día que con el Simposio sobre Valera organizado por la AC Voces de Valera en la Universidad Valle del Momboy se celebraba el cumpleaños de la urbe.
Nos habló de dos puntos que le inquietaban, la primera, referida a la juventud y a los estudiantes, de quienes se mostraba inquieto por su apatía en torno a los temas relacionados con la ciudad. El otro aspecto fue lo referente directamente a Valera.
Con estos testimonios queremos rendirle desde Diario de Los Andes un merecido homenaje a la figura emblemática que fue el Dr. Iván Lobo Quintero para los trujillanos y en especial para los valeranos.
También reeditaremos fragmentos de la última entrevista concedida a un medio de comunicación, nos las ofreció el 21 de mayo de 2018 y se publicó el día 26.
“Mucha apatía en la juventud”
Sobre el tema de la juventud y el sector estudiantil por los temas relacionados a Valera nos decía: “Desde hace tiempo vengo observando con preocupación de la enorme apatía y desatención que la juventud valerana y sobre todo el sector estudiantil a nivel universitario tiene sobre Valera, eso me aterra. Me duele ver como nuestros muchachos pasan por alto el estancamiento de su sitio de habitación, eso es preocupante, yo jamás había visto tanto desamor de la juventud por Valera. Nuestra historia está plasmada de juventud heroica que luchó y bregó por libertarnos, por enrumbar a un país y al estado Trujillo por un sendero de luz y prosperidad. Te dejo ejemplo: cuando yo llegué a Valera hace más de 50 años vi cómo la juventud y el estudiantado sacaba a esta ciudad adelante, y eso se mantuvo con las generaciones siguientes luego de 1958, pero en los últimos tiempo todo esto cambió de una manera drástica, y es lamentable, me da tristeza que siendo el sector estudiantil universitario por su ímpetu la fuente viva de la ciudad se muestran tan apático. Esto hay que revisarlo, de repente el discurso hacia ellos no está llegando o no se direcciona de la mejor manera. Lo que digo lo podemos ver en actos como los de hoy (15 de febrero) día de Valera, solo vi un par de jóvenes del resto todo éramos adultos y mayores… la juventud es vital para lograr propósitos y metas… pero la veo ausente…”
“Hay que superar barreras”
Otra de las inquietudes que se llevó consigo el Dr. Lobo Quintero tiene que ver con el desarrollo de la ciudad de Valera. Sobre el tema nos decía: “Para lograr el desarrollo deseado de Valera y del estado Trujillo, es necesario superar una serie de barreras que existen y que impiden se implemente diseñen y ejecuten obras necesarias que vendrían a sacar esta región del estancamiento en que se encuentra”.
Así se expresó Iván Lobo Quintero en ese último diálogo del 15 de febrero, sin saberlo una despedida. “No se puede seguir viendo los problemas como hechos aislados, por el contrario, se le debe dar mayor apoyo posible para lograr el objetivo fundamental como es, el de salir de este atraso en que nos encontramos”.
“Es necesario ir eliminando una serie de barreras que existen, en algunos sectores, para que unidos logremos un mayor apoyo del gobierno. Un ejemplo de esto sería, lograr unir los grupos humanos y lograr una súper estructura donde se eliminen lo que hasta ahora existen como límites jerárquicos y todas esas barreras que dividen y no dan paso al emprendimiento y positivismo como la proyección de acciones fundamentales para el desarrollo del Estado y de la ciudad de Valera como emporio de Trujillo, que tiene que ir acoplada dentro de la integración del pueblo.”
Se impregnó de Valera
El día 26 de mayo de 2018 publicamos una extensa entrevista, la última que diera el Dr. Iván Lobo Quintero, de ese texto original extraemos algunos fragmentos.
…Hace más de 50 años su destino estaba marcado, en su camino le esperaba una bella comarca, un pueblo de paso, pero amoroso, de buen clima, de gente cordial y amable, llamado Valera.
En nuestra ciudad comenzó a sembrar afecto, cariño y grandes amistades y se le fueron abriendo puertas gracias a su empeño laboral, a ese trabajo arduo, tesonero y gran entrega, siempre brindando el mejor de los aportes para la ciudad y su gente.
Como egresado de la Escuela de Medicina de la ULA Mérida se radicó en el Hospital Central de Valera, brindó lo mejor de sí, traumatólogo y ortopedista, fue Jefe del Servicio de Traumatología y Ortopedia del Hospital Central de Valera, a donde llegó en el año 66, a sustituir en la jefatura al doctor José Gil Marquina.
Gracias al Dr. Lobo, el Hospital Central logró contar con un aparato de Tomografía. Salió jubilado en el año 2000.
Fue Senador por diez años, desde esa tribuna fue pilar fundamental en la consecución de recursos para obras de envergadura y sobre todo de interés social, entre ellas está la lucha que trazó por la construcción del Hospital del Seguro Social en La Beatriz y que gracias a las gestiones con su tío Caraciolo Lobo se logró conseguir el terreno para levantar la edificación. Tuvo grandes aliados como José del Carmen Montilla y Pedro Pablo Aguilar.
El deporte fue otra de sus grandes pasiones, amante del fútbol, el béisbol, Vicepresidente de la Comisión Permanente de la Juventud y Deporte del Congreso Nacional de la República; fundó el centro de traumatología deportiva del Instituto de Deportes, pilar fundamental en la fundación de la Vuelta a Trujillo, en la culminación del polideportivo Luis Loreto Lira entre otras.
Una ciudad para la gente
Amor por encima de todo. En cada palabra que expresa refleja el gran amor por Valera y el agradecimiento que guarda de ella. “A Valera hay que afianzarla en sus grandes fortalezas, en la gente, en sus comunidades, en sus lugares amables y en su paisaje único e irrepetible, buscando mejorar sus servicios y reducir sus vulnerabilidades, hacerla incluyente y competitiva, donde sus moradores vivan a través de un paradigma compartido”.
Desde su espacio el Dr. Lobo siempre ha querido lo mejor para esta urbe enclavada en montañas y colinas, pensando y soñando con una Valera sostenible, “Necesitamos una Ciudad para la gente, para lograr la sostenibilidad de Valera, fundamentada en su seguridad física y ciudadana, un necesario desarrollo urbano ordenado y eficiente, salud controlada y eficaz, expresión de cultura y de civismo, bella en arquitectura y en paisaje, un sitio de equidad social, de recreación y de diversidad para ir alcanzando niveles crecientes de calidad de vida”.
“Siempre he atesorado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que las personas puedan vivir juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el cual he vivido y que mantendré hasta morir. La democracia exige que los derechos políticos y de las minorías se resguarden”.
La despedida…
Ese 15 de febrero de 2019 fue la despedida. Luego de la grata conversa y haber presenciado el Simposio nos fuimos caminando hasta el estacionamiento junto a su esposa Sara y el Dr. Raúl Díaz Castañeda su entrañable amigo. Previo a abordar su vehículo intercambió algunas frase con el Dr. Castañeda que reflejaron en el rostro del Dr. Lobo una gran sonrisa y con ese marco y un apretón de manos nos despedimos sin saber que sería para siempre… Gracias por sus aportes, por sus consejos, por su amistad. ¡GRACIAS!