Desde el aumento del 19% en el precio base de una habitación de hotel, hasta requisas violentas sin motivos reales, padecen los venezolanos que viajan al Departamento Norte de Santander – Colombia, a realizar alguna actividad laboral o a adquirir alimentos, medicinas o algún insumo de primera necesidad.
La migración masiva de venezolanos a otras latitudes, especialmente a Colombia por su cercanía, ha generado que se registren todo tipo de hechos positivos y negativos. Ha llegado mano de obra calificada, profesionales en todas las áreas, gente productiva y trabajadora, pero también bandas delincuenciales que han robado y enlutado a familias colombianas y venezolanas.
Esta situación ha generado que no todos los ciudadanos colombianos vean con buenos ojos a los venezolanos, a pesar de que antes de la era de Nicolás Maduro, incluyendo en la del fallecido presidente de la República, Hugo Chávez, eran bien recibidos y fueron cedulados miles.
En la actualidad, Colombia como Estado, ha generado políticas migratorias para regularizar el estatus de venezolanos de bien que hacen vida en su país, les ha dado acceso al sistema de vacunación contra el COVID-19, entre otros beneficios. De hecho han recibido apoyo internacional desde hace años para apoyar a los venezolanos que llegan a su país.
A pesar de ello, hay ciudadanos colombianos, empresarios y funcionarios policiales que no lo ven así, toman medidas a la ligera para afectar a quienes a pesar de estar en emergencia humanitaria, les siguen dejando el mayor de los aportes al Departamento Norte de Santander.
19% más
Ciudadanos encuestados por Diario de Los Andes relataron que en algunos hoteles de Cúcuta, no en todos, les cobran el 19% más del costo normal si no tienen pasaporte sellado, es decir, si no son viajeros.
“La excusa es que si el venezolano no va a viajar tiene que pagar el 19%, supuestamente por cobro de impuestos, pero al averiguar en otros hoteles de mayor calidad y prestigio, no cobran ese impuesto, ni piden pasaporte sellado. ¿Qué significa? Que es una medida unilateral, que toman algunos por xenofobia y aprovechamiento. Le sacan partido a la crisis venezolana”, expresó Antonella Zambrano, venezolana.
Otras de las denuncias se refieren a la no entrega de vueltos, bajo la excusa (aplicada también en Venezuela) de que no hay sencillo. A Rosa Márquez le ocurrió en un hotel, no le dieron los vueltos completos y el día que se iba a retirar de la habitación solicitó lo que le faltaba y le alegaron que ya se lo habían dado.
“Salieron con que ya me habían dado el dinero, les expliqué que tan sólo me regresaron una parte, y nada que resolvían. La cajera dijo que haría una revisión de caja y que si quedaba la cantidad de dinero faltante, que eran 30.000 pesos colombianos, me los daba, pero que estaba segura que no era así. Al hacer la revisión justo quedaron los 30.000 pesos y le tocó”, expresó.
Requisas repentinas
Eduardo Chacón, venezolano, relató al Diario de Los Andes que se quedó una noche en un hotel de Cúcuta ubicado en los alrededores del Centro Comercial Ventura. Al día siguiente mientras esperaba a su esposa a las afueras de donde se hospedaban, un funcionario policial se le acercó y sin mediar palabra le agarró un bolso pequeño terciado.
“Sin mediar palabra me agarró el bolso, le dije que me explicara qué sucedía y de manera inmediata y a gritos me pidió la cédula. Saqué mi cédula de la cartera, la agarró y cuando se dio cuenta que era venezolano la golpeó y dijo: de razón, tenía que ser venezolano. Me molesté demasiado, ¿cómo que tenía que ser venezolano? Fui a dejarle dinero a su país, fui a trabajar, me hospedé y además íbamos a comprar algunas cosas”, agregó.
Destacó que cuando su esposa salió y le alegó que los venezolanos tienen derechos en todos los países del mundo y que no deben ser atropellados, el funcionario policial les dijo que como en Venezuela la Guardia Nacional los maltrataba y ahí si se dejaban.
“Un total abuso de autoridad, el hombre además me golpeaba fuerte en los hombros y la espalda, buscando que reaccionara. Al final alegó que la requisa violenta era porque estaba parado a las afueras del hotel. O sea, un venezolano no se puede parar en ningún sitio, ya eso es un delito”, añadió.