HISTORIAS DE VIDA / Maestro Abreu, extraordinario legado, riqueza intelectual y musical

El 7 de mayo de 1939, en una neblinosa y silenciosa Valera, cuando las colinas estaban totalmente cubiertas de verdor, llegaba a la vida José Antonio Abreu quien años después se convirtió en el pionero de un boom musical que ha dado a conocer a Venezuela en todo el globo. El Maestro José Antonio Abreu, fue una férrea vocación de servicio al país.

Valera su tierra natal, el estado Trujillo, Venezuela y el mundo de la música, la cultura y el arte, disfrutaron el intelecto de un gran hombre, excelente músico y sobre todo a un extraordinario ser humano.  La ciudad de Valera, tierra de Mercedes Díaz y protegida por sus Siete Colinas le dio luz de vida a otro de sus hijos universales como lo fueron, Adriano González León, Chino Valera Mora y la Doña Ana Enriqueta Terán, quienes le dieron ribete de Universal a esta tierra adorada y bendecida por Dios.

El Maestro José Antonio Abreu, había nacido el 7 de mayo de 1939 y desde temprana edad demostró su sensibilidad musical y artística.

José Antonio Abreu, fue  artista que paseado su talento por todo el mundo, recibido elogios de propios y extraños por la labor cumplida a través de las Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela.

Ese 7 de mayo de 1939, en una neblinosa y silenciosa Valera, cuando las colinas estaban totalmente cubiertas de verdor, llegaba a la vida este trujillano que años después se convirtió en el pionero de un boom musical que ha dado a conocer a Venezuela en todo el globo. Sin duda alguna, la excelencia musical propiciada por Abreu comparte con el petróleo las señas de identidad de Venezuela en el exterior. Ahora cuando alguien habla de Venezuela en cualquier latitud, el tema musical está asociado a nuestra forma de ser, a la personalidad de esta nación suramericana, gracias a la tesonera labor del Maestro José Antonio Abreu.

Considerado uno de los íconos musicales del país, inició sus estudios en el Conservatorio de Barquisimeto, donde residió por años que luego continuó en Caracas; allí recibió clases de los maestros Vicente Emilio Sojo, Moisés Moleiro y Evencio Castellanos; tras largos años de esfuerzos obtuvo los títulos de Profesor Ejecutante, Maestro Compositor y Director Musical.

 

Monte Carmelo, clave en su formación

Aunque naciera en Valera, su infancia se desarrolló en Monte Carmelo, el pueblo natal de su mamá. Allí está la casa solariega de su familia, los Anselmi Garbatti… y muchos recuerdos de aquellos primeros siete años de su vida. Abreu viene de una familia de inmigrantes italianos. Su abuela materna tuvo mucha influencia en su inclinación por la música. Duilia Garbatti, de un alma musical y su abuelo Antonio Anselmi Berti era excelente músico.

En el barco que los trajo a Venezuela, transportaron instrumentos para una banda, para hacer música con la que se acompañaban las procesiones, las fiestas y ceremonias populares, según reseña su autobiografía. Esos instrumentos los repartieron y se formó una banda de cuarenta y seis muchachos del pueblo, que él dirigía y que aún hoy día es la Banda de Monte Carmelo.

Era una orquesta juvenil pero sin instrumentos de arcos. Su abuelo hizo giras con esa banda durante muchos años por todos los pueblos de los Andes. Su padre Melpómene Abreu Méndez, y su madre Ailie Anselmi Garbatti, continuaron estimulando esa vocación. Su papá tocaba muy bien la guitarra y además el requinto, que era un cuatro con cuerdas metálicas… y su mamá cantaba muy bien. Vivía en un ambiente musical. Esa fue su gran fortuna.

Férrea vocación de servicio

Su férrea vocación de servicio al país, su inquietud y rebeldía frente a los fenómenos de desequilibrio social que le impulsó, a los 35 años de edad (1975), a concebir un proyecto en el que pudiera sintetizar y canalizar de manera ingeniosa y nacionalista, la experiencia y los conocimientos alcanzados en el campo económico, gerencial, pedagógico, y por supuesto, musical, que se forjó prácticamente desde su adolescencia.

El Maestro José Antonio Abreu, es un ícono de amor y trabajo en Venezuela, cambió para bien la vida de miles de niños con El Sistema, un modelo educativo y a través de la música inculcó valores de respeto y solidaridad en los más de 500 mil niños y jóvenes que conforman el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles y Coros de Venezuela, y que cada día se constituyen en el estandarte nacional a nivel internacional.

Han transcurrido más de cuarenta años desde que el nombre de José Antonio Abreu comenzó a invadir, felizmente, la vida de algunos venezolanos; eran aquellos pocos pero fervorosos hacedores del arte, filántropos de convicción y también jóvenes músicos que se apasionaron con su propuesta verdaderamente revolucionaria que, de prosperar, echaría al traste con todo lo impuesto, hasta ese momento, en conservatorios y orquestas, en conciertos y en escenarios del país. Y transcurrieron las dos últimas décadas del siglo XX, y ese nombre y apellido se hizo luz y motor indispensable para la cultura nacional; hoy día, su figura y personalidad se han tornado un regalo y bendición para millones de compatriotas, y en esperanza para los niños y jóvenes de todo el mundo.

Este valerano universal, insistió en mantener su nombre “bajo perfil” ante el fenómeno mediático, otorgándole siempre mayores méritos y presencia a sus “muchachos”, a sus profesores, a sus compañeros, subalternos y gerentes, promoviendo en primer plano los logros colectivos y el de sus orquestas, antes que a los de su persona.

 

 

Educar de grandes valores

José Antonio Abreu ha sido modelo para otros países de Latinoamérica, el Caribe, Norteamérica y Europa. Se hizo merecedor de reconocimientos nacionales e internacionales, entre los cuales destaca el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2008. En el año 2007, el Maestro José Antonio Abreu fue calificado como uno de los líderes más grandes del mundo. La lista “50 líderes más grandes del mundo”, publicada por CNN Money, lo posiciona en el puesto N° 30. La distinción la recibió de la revista estadounidense, Fortune.

El Maestro Abreu se entregó por completo a brindar apoyo a miles de niños y jóvenes, se convirtió en un educador de grandes valores.

 

Humilde mensajero

Siempre decía que se consideraba un humilde mensajero de la doctrina de Jesucristo. Para él la doctrina de Cristo, el ideal de Cristo, bastaba para conseguir un sentido a la vida, al destino, a la existencia y a la acción. Y el propósito de cualquier filosofía tendría que ser precisamente aportar una orientación al hombre, darle un sentido a la vida del hombre.

De modo que su filosofía fue la de un mundo apasionante porque a través de la vía filosófica iba encontrando cada vez más el mensaje de Cristo, reinterpretado y vitalizado infinitamente a través del pensamiento contemporáneo.

José Antonio Abreu no contrajo matrimonio ni procreó familia, eso le hizo arraigar mucho más su sentido como educador, se sentía responsable de sus alumnos y esa responsabilidad lo fue llevando a la entrega total y absoluta. Esa dedicación le llenó, y esa es la razón de ser del sacerdocio. Por lo tanto la vida debe ser un sacerdocio, desde cualquier condición.

Fue un siervo ideal, sublime e insuperable de Dios. Y el gozo mayor de esta vida consiste precisamente en vivirla como músico; porque la música es un mundo de altísima proximidad a la esencia de Dios. De tal manera que servir al Señor en el seno del ejercicio de un arte que lo refleja a él, de una manera tan fundamental y tan hermosa e indescriptible, era para él la felicidad de su vida. Dejó un extraordinario legado, un historial de mucha riqueza intelectual y musical.

 

“Trujillano del Año” DLA

En 2007, DLA al cumplir 29 años al servicio de la comunidad trujillana y nacional, y en atención a los méritos de este paisano, lo seleccionó como Trujillano del Año a este artista que se ha  paseado por el orbe, el talento y la creatividad que honran a esta colectividad.

 

Su obra magistral

En su extensa labor pedagógica, fundó y dirigió la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar (Ossb), e igualmente la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (1975), pero su gran aporte fue la Fundación del Estado para el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles (Fesnojiv), que es una red de orquestas infantiles, juveniles y coros que congrega acerca de 500 mil jóvenes músicos en toda Venezuela.

Estos jóvenes y niños han encontrado en la educación musical un medio para el desarrollo comunitario, la integración social y la solidaridad, que tiene como su máxima expresión la Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar.

Este valerano Universal y criado en Monte Carmelo, es responsable de esa maravillosa idea que logró hacer realidad.

“El Sistema de Orquestas es la dimensión ideal de Venezuela. Desde el principio vi en las orquestas la más hermosa expresión de unidad nacional. La irradiación de las orquestas en la comunidad, en cada pueblo, en cada estado, en la familia, indudablemente va transformando la sociedad venezolana”, expresó en una oportunidad.

El sábado 24 de marzo de 2018, luego de estar varios meses con fuertes quebrantos de salud, falleció próximo a cumplir 79 años, convirtiéndose en un forjador que trazó el futuro a través del arte. Se día se nos dejaba un  gran visionario. (Con información de Archivos DLA, y El Sistema).

 

EN CIFRAS

1975

Fundó lo que con el tiempo se convertiría en su gran legado cultural.

1975

La Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil debutó el 30 de abril de 1975, y que tenía figura legal desde el 12 de febrero de ese mismo año. Es decir que este próximo lunes 30 cumple 43 años de creada.

1979

Recibió el Premio Nacional de Música en 1979 por su trabajo en El Sistema. Bajo la dirección de Abreu, El Sistema ha participado en programas de intercambio y de cooperación musical con países de todo el mundo.

De Interés

Dirigió la orquesta por 15 años y luego se dedicó a su consolidación.

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Elvins Humberto González

elvins5050@gmail.com

Graficas: Cortesía El Sistema

 

 

 

 

 

 

 

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