Junio fue el mes de las protestas por falta de agua potable en la región. Hasta ahora, más de 25 comunidades han manifestado con cierre de vía frente a la sede de la Hidrológica de los Andes (Hidroandes). La última en hacerlo fue la comunidad de La Cabaña.
Instituciones del estado se reparten las culpas
Los afectados, de 12 sectores del sur de Valera, alzaron su voz para reclamar la restitución inmediata del suministro de agua potable. Aseguraron que hace tres meses no reciben gota alguna por las tuberías y, aproximadamente 600 familias sobreviven con la lluvia.
Corpoelec
Desde las 9:00 de la mañana, los manifestantes cerraron el paso en la avenida Bolívar, a modo de exigir ser atendidos por las autoridades. Guillermo Moreno, uno de los afectados, expresó que la gerente, Lisbeth Durán, los atendió pero no les dio una solución.
«Lo único que nos dijo que las bombas estaban dañadas y después que la luz no sirve, pero tratamos de darle una solución, que nos dieran agua dos días a la semana, pero dijo que no podía y que el culpable era Corpoelec. Ni camiones cisternas, nos mandaron una pero eso no alcanza para 600 familias» manifestó.
En el Twitter oficial de la empresa, detallan sobre la caída de un cable de alta tensión. “@Hidroandesca informa afectación del SAP en el municipio Valera debido a caída de línea de alta tensión que alimenta a la planta. Se mantienen gestiones a fin de restituir el servicio a las comunidades. Pedimos excusas por las molestias generadas”.
Silencio
Por otro lado, Corpoelec no ha ofrecido información con respecto a esta situación. Existe un juego de culpas, pero ninguna institución ofrece soluciones. En medio de esto está la ciudadanía, al borde de epidemias relacionadas al consumo de agua de lluvia.