Hebert Carrizo
Así como en 2023, este 2024 pude registrarse una desaceleración de la inflación en Venezuela y un ligero crecimiento económico, sin embargo esto no significa una recuperación total de la economía nacional, esta es la visión del economista, Héctor Antúnez, quien recuerda que el año pasado la Variación de Precios al Consumidor durante los doce meses según el BCV fue de 189,8%.
Si bien, registró una desaceleración con respecto a 2022 cuando cerró en 234%, “todavía sigue siendo de las inflaciones más altas del planeta y para este año el escenario es similar”, manifiesta Antúnez, quien trae a colación proyecciones de reconocidas consultoras como Ecoanalitica, la cual pronostica inflación de 173,7% u otras organizaciones como la del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) que estima ronde el 125%.
Tras esos números, Antúnez indica que aunque puede continuar la desaceleración en el índice de variación de precios, el indicador todavía registraría tres dígitos en un año, lo cual es bastante elevado para cualquier país.
Limitaciones en el consumo
El experto en materia de economía considera que el consumo puede estar limitado en estos próximos meses, tal y como ocurrió el año pasado cuando la demanda de bienes y servicio se contrajo, en efecto, algunos comercios han cerrado sus puertas o han tenido que transformarse, tal y como los llamados bodegones que proliferaron durante un tiempo con un boom de productos importados y ahora muchos de ellos dejaron de existir.
“Hay suficiente oferta en el mercado, pero el consumidor ha perdido el poder adquisitivo” explica Antúnez, e incluso, para aquellos que perciben remesas, “por citar un ejemplo, el venezolano que recibe cien dólares del extranjero ya hoy día compra menos cantidad de productos que los que compraba con ese dinero en 2022 o años anteriores”, detalla.
Una tendencia que pudiera seguir este año, pues según el mismo OVF la tasa de cambio cerraría en 70 Bs. por dólar, lo que supondría un alza en torno al 90% en el tipo de cambio y una devaluación de la moneda nacional cerca del 45%.
Incidencias de un año electoral
Al evaluar el venidero escenario venezolano el también decano de la Facultad de Ciencias Económicas y administrativas de la Universidad Valle del Momboy destaca que este es un año electoral y por ende, el panorama dependerá de las acciones gubernamentales que implemente el gobierno, en ese sentido, habla de la industria petrolera y señala que su rumbo tendría que ver con los acuerdos a los que se llegue con Estados Unidos.
“Como parte de la flexibilización de las sanciones Estados Unidos permitió que Chevron volviera a reanudar operaciones en Venezuela el año pasado, lo cual es positivo, en efecto la producción petrolera cerró 2023 por el orden de los 800 mil barriles diarios, lo que representa un ligero avance, aunque todavía bajo si se toma en cuenta que el país llegó a producir 3,2 millones de barriles diarios”, comenta Antunez.
Antúnez menciona la industria petrolera puesto que continúa siendo la principal actividad económica del país, de hecho, puntualiza que la flexibilización de las sanciones en el área y una mejora en los precios del crudo en el mercado internacional ayudaron a PDVSA a mejorar sus ingresos el año pasado.
Este año el panorama pareciera ser otro precisamente por las acciones gubernamentales, en ese orden de ideas Antúnez expresa: “luego que el TSJ ratificara la inhabilitación de María Corina Machado Estados Unidos se pronunció y amenazó con sancionar la industria de petróleo y gas venezolano a partir del 18 de abril, además revocó la licencia a Minerven que solo podrá liquidar transacciones pendientes hasta el próximo 13 de febrero”.
Entre tanto -añade Antùnez- el ciudadano común debe lidiar con una elevada inflación y el manejo de una moneda depreciada, en ese sentido, recuerda que solo en los últimos años al Bolívar se le eliminaron seis ceros, tres en la reconversión de 2018 y otros tres en 2021, tiempo en el cual el país atravesó por una hiperinflación.
Desigualdad social
Aunque Venezuela se ha dolarizado de manera implícita, lo que ha permitido mantener a flote el mercado, el economista resalta que hay sectores que no perciben la divisa y aquellos que tienen acceso no necesariamente manejan altas denominaciones, por consiguiente a la clase trabajadora se le ha vuelto cuesta arriba cubrir los costos de una canasta básica.
A propósito, Antunez cita el cálculo del Cendas que al mes de diciembre estima que una familia requiere de 531,95 dólares al mes para cubrir la canasta alimentaria, a modo de contraste, el economista cita el recién aumento salarial, el cual cuestiona argumentando que se pierde el valor real del salario, ya que el ajuste es por la vía de bonificación y esto, ademas de ser excluyente debido a que no incluye a todo los trabajadores, tampoco incide en los beneficios laborales, tales como, vacaciones, utilidades y liquidación.
— CENDAS (@CENDASFVM) January 16, 2024
Bajo ese panorama, el economista piensa que la diáspora continuará, “seguiremos viendo mayor deserción en los puestos de trabajo, pues los profesionales y mano de obra en general, prefieren salir de Venezuela en busca de mejores condiciones de vida” señala.
Necesario reactivar producción nacional
Para Antunez es necesario que el gobierno brinde condiciones adecuadas en distintos ámbitos que va desde la seguridad jurídica, pasando por el acceso a las materias prima, la asignación de créditos financieros y el eficiente sumunistro de electricidad y combustible, de este modo es posible reactivar la producción nacional, comenzar a ofrecer sueldos dignos que cubra las necesidades de la familia y mejore la calidad de vida del colectivo.
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