“Hace 50 años Valera era más limpia” | Por: Ramón Rivas Sáez

Entrevista imaginaria con novia del sesquicentenario

Milena Méndez. la juncal muchacha de 18 años que fue elegida, por unanimidad, Novia del Sesquicentenario de Valera, recordó que la ciudad era mucho más limpia entonces que ahora; durante  aquella época el ornato la distinguía del resto de las urbes venezolanas.

La exreina de los 150 años de Valera, evocó que en la ocasión la ciudad había sido galardonada como la más limpia del país al recibir sus autoridades municipales, presididas por el doctor Jacob Senior Carrasquero, el premio Alejandro Oropeza Castilllo, instituido para homenajear a la mejor  municipalidad en materia ambiental y ornato en general.

 Ese fue un acontecimiento que proyectó a Valera y la ubicó compitiendo con Mérida como una de las más limpias de Venezuela; fue un orgullo para los valeranos, destacó.

Al recordar los actos del sesquicentenario, evocó que lo mejor de todo fue el discurso de orden que  pronunció el escritor Adriano González León, quien fue elogiado hasta por el presidente Caldera, invitado especial.

Sin duda fue un gran acierto de la cámara municipal que presidía el abogado Ramón Beltrán Espinoza, la designación del orador de orden para tan magna ocasión, deslizó.

El autor de País portátil, ofreció una pieza oratoria donde la poesía, la ironía y la crítica social fueron protagonistas de primer orden, mediante un leguaje punzante y lírico, elogió Méndez, quien dijo sentirse en su momento muy complacida de compartir ese instante histórico para la ciudad.

Recordó que las salas del palacio Municipal se desbordaron para escuchar a Adriano González León, y la plaza Bolívar concentró a la multitud que atrajo las hermosas palabras del novelista que acababa de recibir en España el premio internacional Seix Barral.  Valera era noticia por los cuatro costados, pues, el escritor era uno de sus hijos predilectos, resaltó.

¿Cómo era Valera, entonces?

Era muy limpia, organizada, como ya dije; gente cordial, muy respetuosa;  los periodistas me trataron muy bien, en especial recuerdo al señor Rafael Angel Lujano, quien era  corresponsal de El Nacional, Guillermo Montilla, corresponsal de Panorama; y la gente de El Tiempo; me acuerdo de los lugares de rica gastronomías como El Campo en Las Acacias, el auto rancho también en Las Acacias, la parrilla de Ramiro Fossi, la fuente de soda central donde estaba el atento Milla, el Conticinio de los españoles Angel y Miguel, los Pollos de Eladio Castellanos, ubicados en San Isidro, vía Mendoza Fría;   en fin la comarca, era muy acogedora; qué bellos días.

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