Desde hace varios meses, camiones cargados de abono son estacionacionados y comercializados frente al urbanismo Luis Cabezas del municipio Boconó, por lo que sus habiantes no aguantan la pestilencia, presencia de moscas y desperdicios que se dejan justo en la entrada al Mercado Campesino Tiscachic.
La incomodidad fue expuesta por los residentes de este urbanismo, los cuales en reiteradas oportunidades han acudido a los organismos de seguridad, que aparentemente son burlados por los vendedores de gallinazo.
«Todos los martes de cada semana comenzamos a padecer por los malos olores del abono cargado en dos y hasta cuatro camiones para la venta en el Tiscachic. Llamamos a la policía, vienen y los retiran, pero al día siguiente regresan al mismo puesto», denunció una afectada que prefirió el anonimato.
Por su parte, Arnedys Castro, asegura que los camiones con abono pasan días parados en la troncal 07, los conductores se quedan a dormir y además, prenden fogones y cocinan en el lugar sin que nadie diga ni haga nada. «Por Dios es abono y eso contamina el ambiente y produce enfermades», enfatizó en forma de alerta para quienes les compete el caso.