Desde hace más de un año desapareció como por arte de magia el transporte público hacia los sectores La Milla, La Vega y La Cruz de la parroquia y municipio Boconó.
La troncal 007 en esta parte baja de la ciudad sólo quedó para visualizar vehículos de carga pesada o cola de motorizados y otros particulares que en días flexibles pernoctan en la E/S subsidiada El Samán.
Las decenas de familias que viven en estos tres populosos sectores deben caminar kilómetros hasta el centro de la ciudad para hacer sus diligencias personales o acudir a la parada del Hospital Rafael Rangel para beneficiarse de una unidad de transporte que cubre escasas rutas cortas.
Los transportistas alegan que para hacer las vueltas del día con el suministro de gasolina deben retornar en el hospital o la terminal, mientras las autoridades municipales aseguran que los trabajadores del volante deben cumplir estás rutas sin excepción.
Mientras no se cumpla ninguna de las dos partes, sufre es el pueblo de a pie, madres, padres, niños y ancianos que día a día se patean las calles para sobrevivir a la escasez de combustible y a los deprimidos servicios públicos.