** Juan Guaidó, durante un encuentro con dirigentes nacionales y regionales, convocó una gran movilización en toda Venezuela, para el próximo sábado y domingo, para llevar el mensaje de lucha y esperanza, hasta lograr el cambio en el país
El líder opositor y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, advirtió este martes al gobierno de Nicolás Maduro que un posible bloqueo naval de Estados Unidos sobre Venezuela “no es un juego”.
“Tienen que entender que esto no es un juego (…), que hay consecuencias”, dijo a periodistas el jefe del Parlamento.
Guaidó se refirió así a declaraciones del jefe del Comando Sur estadounidense, almirante Craig Faller, quien el lunes afirmó que la marina norteamericana está lista para “hacer lo que sea preciso” en Venezuela.
“No voy a detallar lo que estamos planeando y lo que estamos haciendo, pero permanecemos listos para implementar decisiones políticas y estamos listos para actuar”, aseguró Faller en Rio de Janeiro durante el inicio del ejercicio militar marítimo UNITAS, que realizan anualmente varios países.
Este anuncio vino días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijera que estaba considerando un “bloqueo o cuarentena” del país caribeño, que impediría el ingreso y salida de mercancías.
El dirigente opositor cuestionó al gobierno por crear acuerdos de cooperación militar con Rusia, en los que se permitiría que los barcos de ese país, naveguen por los mares venezolanos. El jefe del parlamento insistió en que estas acciones vulneran lo estipulado en la Constitución del país. “Nosotros no hemos aprobado ningún tipo de incursión de buques de guerra rusos al territorio nacional, lo cual indicaría una grave violación a la soberanía nacional”, dijo Guaidó.
Encuentros con EEUU
Guaidó informó este martes que sus negociadores sostendrán encuentros en Estados Unidos con funcionarios de ese país. “Tienen varias reuniones (…) con nuestros embajadores y con algunas instancias de gobierno”, sostuvo el dirigente. Delegados de Maduro y Guaidó mantienen diálogos desde mediados de mayo con la mediación de Noruega, pero el gobernante socialista los congeló el 7 de agosto en rechazo a la nueva ronda de sanciones.