El Grupo de Lima se reunirá el lunes en Bogotá, con la presencia del vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, y de Juan Guaidó, quien se autoproclamó mandatario interino de Venezuela, para estrechar el «cerco diplomático» a Nicolás Maduro después de que el intento de ingresar ayuda humanitaria a ese país acabara en violencia.
«Mañana (lunes), el Grupo de Lima tiene que hacer un pronunciamiento muy claro sobre lo que vimos ayer (sábado) y creo que la comunidad internacional tiene la obligación de arreciar el cerco diplomático porque una dictadura que es capaz de quemar medicamentos y alimentos es la demostración más grande de la brutalidad que está dispuesta a cometer para preservar el poder», dijo Duque este domingo en Cúcuta.
Hechos violentos ocurrieron también en la frontera con Brasil, donde según la oposición venezolana hubo cuatro muertos y más de 20 heridos de bala en la localidad de Santa Elena de Uairén, en el estado de Bolívar.
Por esa razón, el encuentro de este lunes, al que asistirán, además de Duque, Pence y Guaidó, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, y los vicepresidentes de Brasil, Hamilton Mourão, y de Panamá, Isabel Saint Malo, adquiere una relevancia mayor ya que se espera que defina la estrategia a seguir contra el Gobierno de Maduro.
«Los días de Maduro están contados», afirmó en Washington el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, quien reiteró el discurso de la Casa Blanca de que no se descarta ninguna opción para resolver la crisis venezolana.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de una intervención militar, Pompeo aseguró: «Todas las opciones están sobre la mesa. Vamos a hacer las cosas que son necesarias para asegurar (…) que la democracia se impone y que hay un futuro más brillante para el pueblo de Venezuela».
«Vamos a tomar medidas. Hay más sanciones que se pueden aplicar, más asistencia humanitaria que creo que podemos ofrecer», afirmó el funcionario en otra entrevista, esta vez con CNN, en la que calificó lo ocurrido ayer en la frontera como «día trágico» para Venezuela.