El Grinch se mudó a Valera

Llegó la época decembrina y ni un adorno se ve en las plazas, que lucen descuidadas. Fotos: Edgar Alviso

La crisis económica parece haber favorecido al personaje verde y peludo, que odia la navidad. Lo único festivo son los focos del alumbrado público que prenden y apagan, por fallas,  a lo largo de la Avenida Bolívar

Cansado de la algarabía navideña de los habitantes de Villaquién, el Grinch se mudó a Valera. Pese al calor, se encuentra complacido, porque notó que las plazas y las avenidas de la ciudad – en otrora decoradas a tono con la temporada – ahora lucen descuidadas. Por pinos navideños tienen monte parejo y por luces tintineantes, postes de luz intermitentes por fallas. Los regalos son los montones de basura en cada cuadra y en las plazas, en vez de guirnaldas o muñecos de nieve, sobra maleza y cochinadas.

La nueva residencia del personaje verde, consideraron los valeranos, se debe a la crisis económica. Esta ha perjudicado a la mayoría de la ciudadanía, en especial a los organismos públicos con las alforjas vacías. Sin embargo, los encuestados manifestaron extrañar la alegría de las festividades y los adornos, aunque sea de material reciclable. Añoraron aquellos años, en los cuales se podía sentir el alboroto en las calles. Todos estaban ocupados en buscar los estrenos, los ingredientes de las hallacas y las decoraciones para sus casas. Ahora todos se avocan a los problemas del día a día: falta de gas, carestía de alimentos, escasez y carencia de transporte.

No obstante, este diciembre harán lo posible por mantener la felicidad de esta época de amor y paz, pues lo último en perderse es la esperanza. Nada del mundo les arrebatará la navidad, ni el Grinch de la apatía gubernamental. Recomendaron, por otro lado, que si no tienen recursos para poner adornos navideños, al menos quiten la propaganda política vieja, poden los árboles, quiten la maleza y recojan la basura. Ese sería un bonito regalo.

 

Los regalos del arbolito fueron sustituidos por bolsas de basura.

 

La Voz del Pueblo

Rogelio Carrizo: “yo creo que hay desesperanza, porque nos hemos alejado de Dios y el significado de la navidad. Lo que está pasando es porque esperamos soluciones del hombre, cuando Dios muestra el camino”.

Ada Zambrano: “la situación que estamos viviendo acabó con la navidad, con la alegría, con todo. Lo que ganamos no alcanza para los juguetes de los niños. Uno decora en su casa, pero con los adornos de años pasados”.

Pedro Carrizo: “la situación del país ha apagado la navidad. Realmente creo que es imposible costear adornos, porque a duras penas buscamos alimentos. Bonito sería que resolvieran al menos el problema de la basura”.

Evelyn Simancas: “La navidad siempre va a estar, pero la situación la hace difícil. Que los organismos públicos no puedan adornar, es por los recursos. También, en parte, es el desinterés de los gobernantes. Siempre hay una manera de resolver”.

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