Francisco Graterol Vargas
GRATEROLADAS es un espacio que deseo compartir con ustedes amables lectores del Diario de Los Andes, sin fecha ni calendario. Cuando la musa haga su aparición y el internet lo permitan. El hombre propone y Dios dispone. Vamos al encuentro antes de que venga un “bajón eléctrico”.
AUN CUANDO VINE al mundo en una zona rural el 2 de abril de 1950 en un pueblito llamado “La Mata” del Distrito Lander del estado Miranda me siento más trujillano que el burro de Pampanito, como lo escribí una vez en el libro “Periodismo del Güeno”. Mi padre, José de la Rosa Graterol, partió a los 11 años desde su lar nativo, Cubita en el municipio Carvajal en busca de un mejor porvenir. Se inició en los muelles de La Guaira. Le fue muy bien. Llegó después de mucho trabajo a ser un hombre próspero con buen ojo para el comercio y la inversión. En “La Mata” donde se aposentó era propietario de varios camiones que llevaban mercancía hasta el mercado de Quinta Crespo en Caracas y de la bodega número 1 del pueblo. En mi lejana memoria recuerdo que me daba el lujo a mi corta edad de jugar bolo con botellas de malta. Gozaba derribándolas una tras otra. Salí del vientre de Enma Daría Vargas de Graterol, mirandina de pura cepa. Cuatro hermanos, Dominga y Ana nacidas también en Miranda y Rafael Antonio, aquí en Valera. Todos están vivitos y coleando a Dios gracias. Por una serie de circunstancias que en otro momento les contaré el 23 de enero de 1958 con la caída de Marcos Pérez Jiménez la familia Graterol Vargas traía sus macundales con la meta de atravesar todo el país y residenciarse en la Avenida 4 de Valera. Estamos pendientes con esta historia, la cual me unió para siempre a este terruño que tanto quiero y adoro como es el estado Trujillo y al cual no cambio ni por toda la bolita del mundo.
PRONÓSTICOS EN LAS GRANDES LIGAS: Al principio de la temporada 2021 me atreví como un fiebrudo de la MLB a presentar a través de DLA a los que yo creía iban a ser los venezolanos más destacados en la temporada. Un puñado de jugadores de casi 90 que empezarían en los roster de los equipos. Cité a Ronald Acuña Jr, José Altuve, Miguel Cabrera, Gleyber Torres, Félix Hernández, Wilson Contreras, Salvador Pérez, Pablo López, Albert Alzolay, Jesús Luzardo, Andrés Giménez, y Eugenio Suárez. Me “pelé” con Giménez. Un bate de papel y sus finas manos de campo corto con Cleveland fueron a dar a las menores. Ya está de vuelta a la Gran Carpa pero como segunda base. Eugenio Suárez, con los Rojos ha dado 30 jonrones pero su average cercano a la Línea Mendoza muy lejos del récord de 49 bambinazos para un criollo en una campaña. Luzardo, el peruano venezolano, hijo de maracuchos a quien abusé al candidatearlo para el Cy Young fue un fracaso con Oakland y ahora anda por los Marlins. Albert Alzolay, otro pitcher con los Cachorros tampoco resultó lo que esperábamos aunque sigue siendo de mucho futuro. Pablo López de Miami iba por la ruta correcta hasta lesionarse, Wilson Contreras, sobreviviente de Los Cachorros, buen año pero no espectacular. Ronald Acuña, el fenómeno venezolano deslumbraba hasta que se estrelló en el jardín derecho de Los Bravos quedando fuera de la temporada. Con Miguel Cabrera Torres dijimos que la meta de los 500 jonrones estaba a la vista pero sería difícil arribar a los 3.000 hits. Gleyber Torres, una estrella que aterrizó en la tierra con los Yankees de Nueva York incluso perdió la titularidad en las paradas cortas y sus números muy distantes de sus dos campañas anteriores donde se tuteó con guarismo de Ruth, Mantle, Maris y otras estrellas de New York. José Altuve volvió por sus fueros. Le di un voto de confianza pese al escándalo ya archi conocido de las señas y ya superó incluso los 30 jonrones. El Altuve de siempre. Con Félix Hernández fue un caso especial. Más bien anuncié su despedida. Así fue, no pudo hacer el equipo con Los Orioles. El muchacho que deslumbró con Seattle a los 19 años con una poderosa recta apenas lanzaba una bombita para la goma, sin embargo sigue siendo el Rey cada vez que se recuerda el último juego perfecto en la historia de Las Mayores. Capítulo aparte para el héroe inesperado. Salvador Pérez. Viendo sus números de jonrones, 48 a la hora de escribir estas líneas y carreras empujadas en la Liga Americana hasta dudo que ni el mismo Acuña Jr. hubiese alcanzado tal proeza. Fíjense. Salvador ha superado a las hasta ahora súper estrellas como Yohei Ottani y Vladimir Guerrero que se disputan el más valioso. Salvador ojalá y salga bien librado de la lesión cuando dio el 48 es una fija para el Premio Luis Aparicio como el más destacado pelotero venezolano este año en la MLB. BUENA ESA Salvy. Me ponché con muchos buenos peloteros que se lucieron este año principalmente con Jesús Aguilar de los Marlins. ¡Que tremenda temporada!
ALGO DE POLITICA: EL 70 Y 80 POR CIENTO de los venezolanos está lanzando también garabatos en contra del team Rojo, rojito de Nicolás Maduro. Cualquiera diría a simple vista que el gobierno está frito con ese average en contra. Es mi humilde opinión: “es mi verdad”. La oposición continúa de pifia en pifia, manos duras. Pareciera que de aquí a los comicios del 21 de noviembre hará escurridizos acuerdos para cantar victoria y una prueba es el estado Trujillo, donde por los vientos que soplan y ante la división existente; el chavismo continuará al frente del mando en el Palacio de Los Duendes. Una excepción. Por lo que he palpado, Marcos Montilla con sus virtudes y defectos pudiera ser ganador en Carvajal. Ya veremos… Ojalá que como en la MLB me vuelva a pelar y la oposición se una y le dé una voltereta al panorama para el 21N…. O a llorar al Valle.
Agradecimiento al Dr. Víctor Zambrano que me ha estado tratando de un hinchó en el glúteo derecho en su consultorio de la Plata 4, y a Carlos Simón Olmos que me ha dado la mano en estos momentos de incertidumbre con la enfermedad. Infinitas gracias para ambos. El tratamiento mi doctor al pie de la letra. Dios se los pague y hasta la próxima Graterolada si el Internet y los bajones eléctricos me dejan.