Caracas, (EFE).- El Gobierno de Nicolás Maduro dejó claro este jueves que no admitirá el condicionamiento de la Unión Europea (UE) de retrasar unos meses las elecciones legislativas de diciembre, para participar como observadores en estos comicios, que Venezuela prevé celebrar pese a múltiples cuestionamientos.
El intento de la UE y de una parte de la oposición venezolana por conseguir que se atrasaran unos seis meses las votaciones cayó en saco roto luego de que la Cancillería del país caribeño publicara un comunicado en el que acusó al bloque comunitario de actuar con sesgos.
VOTAR SIN RETRASOS
«Es lamentable que la UE responda con un pliego de condicionamientos con la pretensión de desconocer incluso taxativos mandatos constitucionales», dice el escrito del Gobierno venezolano en alusión al mandato constitucional según el cual se debe instalar un nuevo Parlamento el 5 de enero de 2021.
El requerimiento de la Unión se debe a que consideran imposible organizar una misión de observación electoral para cualquier país, que debe contar con la participación de cerca de 200 personas, en menos de seis meses.
El Ejecutivo venezolano, que invitó formalmente a la observación con tres meses de margen, obvió esta condición desde el primer momento e hizo caso omiso a las condiciones generales que la UE establece para coordinar una misión.
«Ante la invitación que le hiciera formalmente el Poder Electoral para incorporarse al proceso de observación, (la solicitud de la UE de retrasar los comicios) es un acto inadmisible, que no se corresponde con el espíritu de la invitación realizada», respondió la Cancillería venezolana.
ELECCIONES SIN UE
La misión diplomática enviada por la UE a Caracas el 24 de septiembre y que retornó a Bruselas el martes ha informado que el bloque comunitario no reconocerá el resultado de las votaciones del 6 de diciembre «en las actuales condiciones».
Enviada por el alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, la misión sostuvo reuniones con grupos de la oposición o la sociedad civil y con representantes del Gobierno: el vicepresidente de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, y el gobernador del estado de Miranda, Héctor Rodríguez.
Por la UE participaron en estos encuentros el secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora, y el director general en funciones para las Américas, Javier Niño.
«El objetivo era convencer a las autoridades de que se pospongan las elecciones seis meses, no por retrasarlas, sino para dar tiempo a que el Gobierno y la oposición negocien sobre las condiciones», indicó el miércoles un alto funcionario de la Unión.
CRÍTICAS A LA MISIÓN
Borrell comparecerá el próximo miércoles 7 de octubre ante el pleno de la Eurocámara para abordar la cuestión de la misión diplomática que envió a Caracas y que ha sido criticada por varios políticos contrarios a la llamada revolución bolivariana.
El pleno del Parlamento Europeo (PE) aprobó este debate con Borrell tras la iniciativa propuesta por el Partido Popular Europeo (PPE) y apoyada, al menos, por Renovar Europa y por el grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), según confirmaron a Efe fuentes parlamentarias.
El PE «ha decidido que Borrell dé explicaciones», escribió la portavoz del PP español en la Eurocámara, Dolors Montserrat, en un mensaje en su perfil de la red social Twitter en el que agregó: «No se puede blanquear a un régimen totalitario como el de (Nicolás) Maduro ni ir contra la posición de la UE sobre Venezuela».
CONSULTA PARALELA
El jefe del Parlamento, Juan Guaidó, a quien medio centenar de países reconoce como presidente interino de Venezuela, ha pedido a los opositores boicotear las legislativas de diciembre, que considera fraudulentas, y celebrar, en cambio, una consulta popular para medir el rechazo a la «dictadura» de Maduro.
La Cámara respaldó este jueves la consulta, cuyo anuncio se efectuó hace más de un mes, pero sigue sin conocerse en qué fecha planean llevarla a cabo, así como la fórmula que se usará.
Sin embargo, sí se han desvelado las dos preguntas que harán a los venezolanos que viven dentro y fuera del país en esta cita.
Una de esas interrogantes busca medir el respaldo popular a la posibilidad de ejercer «toda» la presión internacional para poner fin al Gobierno de Maduro mientras que la otra pregunta versa sobre el rechazo o no a las votaciones de diciembre.
La idea de celebrar esta consulta ha sido criticada por tradicionales dirigentes de la oposición venezolana como la exdiputada María Corina Machado y el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, quien había manifestado su intención de apoyar las legislativas siempre que se obtuvieran mejores condiciones.
Pero Capriles rechazó ayer la celebración de los comicios, a menos que fueran retrasadas, advirtiendo que «no hay condiciones en estos momentos» para acudir a las urnas «por la pandemia, por la situación del país y para que la elección le sirva a Venezuela», dijo en una alocución que transmitió a través de sus cuentas en las redes sociales.