El Gobierno de Venezuela autorizó el vuelo humanitario a España, cuya salida de Caracas a Madrid estaba prevista para el pasado sábado, pero que no se pudo efectuar debido a la omisión de la documentación correspondiente por parte del Ejecutivo de Venezuela a las autoridades españolas, que debían haberla recibido el viernes.
Tanto el avión que debía viajar hace tres días y autorizado hace cuatro, como fecha límite, que no llegó a despegar de Madrid por no tener la autorización correspondiente, como otro con salida prevista para el jueves, día 30, llegarían este miércoles al aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas, y partirán hacia España al día siguiente, informó a EFE una fuente diplomática.
Estos viajes se convertirán en el sexto y séptimo que la diplomacia española gestionó desde que comenzó la pandemia el pasado mes de marzo y que llevó al Gobierno venezolano a cerrar las fronteras y a implementar cuarentena en todo el país.
Desde entonces, el espacio aéreo venezolano fue abierto únicamente para vuelos humanitarios organizados por diferentes Gobiernos de países con compatriotas en Venezuela que debían ser repatriados.
En los viajes gestionados por la Embajada y Consulado de España viajaron ciudadanos de diversas nacionalidades europeas, así como venezolanos con residencia española que se habían quedado varados en Venezuela a consecuencia de las restricciones obligatorias impuestas por la pandemia.
Los viajeros que no pudieron viajar el sábado, pese a tener sus billetes pagados y su documentación en regla, recibieron el viernes una comunicación a través de correo electrónico, remitida por el Consulado, para avisar del imprevisto y advertir que no acudieran al aeropuerto Simón Bolívar, en Maiquetía, ya que no habría vuelo.
Tras la larga espera y la incertidumbre que se prolongó cuatro días, los pasajeros recibieron un nuevo correo electrónico con la buena noticia: ya hay fecha y hora de salida.
El último vuelo gestionado por la Embajada española, en su trayecto de España a Venezuela, trasladó a venezolanos que se encontraban varados en el aeropuerto de Madrid-Barajas, de los cuales, 100 viajaron de manera gratuita, gracias a la gestión del embajador español, Jesús Silva, con la compañía aérea contratada.